Puntos sobresalientes de 2 Reyes 5 al 8

Aquí están los puntos sobresalientes de esta semana para su lectura directa sin necesidad de descarga.


 

Para el repaso oral: de la Escuela del Ministerio  Teocrático de Julio y Agosto de 2015

 9ª Pregunta.-¿Cómo pueden los jóvenes imitar la fe y el valor de la niña israelita mencionada en 2 Reyes 5:1-3 ? [24 de agosto, w12 15/2 pág. 12 párr. 11 .]

w12 15/2 págs. 12-13 párr. 11 Seamos animosos y muy fuertes

  1. ¿Cómo le cambiaron la vida a un hombre las valientes palabras de una niña israelita?

11 En el siglo X a.e.c., las valientes palabras de una niña israelita resultaron ser una bendición para un hombre que padecía lepra. Esta jovencita había sido secuestrada por una banda armada y ahora era sirvienta de la casa de Naamán, comandante del ejército sirio, que era leproso. Conociendo los milagros que Jehová había realizado mediante Eliseo, le dijo a la esposa de Naamán que si este iba a Israel, el profeta de Dios lo curaría. Naamán hizo caso, fue sanado milagrosamente y llegó a ser siervo de Jehová (2 Rey. 5:1-3, 10-17). Si eres joven y amas a Dios igual que aquella niña, puedes estar seguro de que él te ayudará a predicar sin temor a tus maestros, a tus compañeros de clase y a otros.

CAPITULO 5:

w10 15/12 pág. 6 ¿Recuerda usted?

  • ¿Qué relato bíblico en el que interviene una jovencita habla de la lepra (término que incluye, entre otros males, la enfermedad deHansen)?

El capítulo 5 de Segundo de los Reyes habla de una muchacha israelita que servía en la casa de un oficial del ejército sirio llamado Naamán. Como este padecía de lepra, la sirvienta recomendó que acudiera al profeta Eliseo para que lo curara (1/11, página 22).

 w12 15/2 págs. 12-13 párr. 11 Seamos animosos y muy fuertes

  1. ¿Cómo le cambiaron la vida a un hombre las valientes palabras de una niña israelita?

11 En el siglo X a.e.c., las valientes palabras de una niña israelita resultaron ser una bendición para un hombre que padecía lepra. Esta jovencita había sido secuestrada por una banda armada y ahora era sirvienta de la casa de Naamán, comandante del ejército sirio, que era leproso. Conociendo los milagros que Jehová había realizado mediante Eliseo, le dijo a la esposa de Naamán que si este iba a Israel, el profeta de Dios lo curaría. Naamán hizo caso, fue sanado milagrosamente y llegó a ser siervo de Jehová (2 Rey. 5:1-3, 10-17). Si eres joven y amas a Dios igual que aquella niña, puedes estar seguro de que él te ayudará a predicar sin temor a tus maestros, a tus compañeros de clase y a otros.

w03 15/4 págs. 20-21 párrs. 10-11 Jóvenes, ¡Jehová no olvidará la obra de ustedes!

10, 11. ¿Cómo contribuyó una niña israelita a que un jefe del ejército sirio aprendiera de Jehová, y qué cambios hizo este a partir de entonces?

10 La experiencia de Leah quizá te recuerde una situación similar que afrontó una niña israelita cautiva en Siria. Naamán, jefe del ejército sirio, tenía lepra, y tal vez su esposa iniciara la conversación que impulsó a la jovencita a defender su fe. La niña exclamó: “¡Si solo mi señor estuviera delante del profeta que hay en Samaria! En ese caso él le daría recobro de su lepra” (2 Reyes 5:1-3).

11 Gracias al denuedo de aquella niña, Naamán aprendió que “no ha[bía] Dios en ninguna parte de la tierra sino en Israel”, e incluso se resolvió a no ofrecer “ofrenda quemada o sacrificio a otros dioses sino a Jehová” (2 Reyes 5:15, 17). Sin lugar a dudas, Jehová bendijo el valor de la jovencita, y lo mismo puede hacer y hará por los jóvenes de hoy. Leah lo comprobó por sí misma, pues algunos de sus compañeros le dijeron que el libro Los jóvenes preguntan los había impulsado a comportarse mejor. “Me puse contenta —dice ella—, porque sabía que así estaba ayudando a otros a conocer más a Jehová y a hacer cambios en su vida.”

 w91 15/6 pág. 18 párr. 21 Ande como instruye Jehová

  1. a) ¿Qué deben saber los padres acerca de sus hijos y del punto de vista bíblico sobre la sangre? b) ¿Cómo pueden ayudar los padres a sus hijos con relación a la sangre?

21 Si usted tiene hijos, ¿está seguro de que ellos concuerdan con el punto de vista bíblico respecto a las transfusiones de sangre, y de que pueden explicarlo? ¿Creen de veras que esa postura es la voluntad de Dios? ¿Están convencidos de que el violar la ley de Dios sería una ofensa tan grave que pondría en peligro la perspectiva de vida eterna del cristiano? Los padres sabios repasan estos asuntos con sus hijos, sean estos de edad tierna o casi adultos. Los padres pudieran tener sesiones de ensayo en las que a cada joven se le hagan preguntas que un juez o un funcionario de algún hospital pudiera hacerles. La meta no es que el joven repita de memoria ciertos datos o respuestas. Es más importante que entiendan lo que ellos creen y por qué. Por supuesto, en una audiencia los padres u otras personas pudieran presentar información sobre los riesgos que presenta la sangre y sobre otros tratamientos que haya disponibles. Pero lo que un juez o un funcionario probablemente quiera saber al hablar con nuestros hijos es si son lo suficientemente maduros como para entender su situación y las opciones que hay y si tienen sus propios valores y convicciones firmes. (Compárese con 2 Reyes 5:1-4.)

w07 15/10 pág. 20 párrs. 1-2 Escuchemos nuestra voz interior

1, 2. a) ¿De qué maneras han demostrado muchas personas amor al prójimo? b) ¿Qué otros ejemplos de interés por los demás encontramos en las Escrituras?

UN JOVEN de 20 años estaba esperando el tren. De repente, sufrió un ataque epiléptico y se cayó a las vías. Nada más verlo, un padre de familia dejó a sus dos hijas en el andén y saltó a ayudarlo. Lo arrastró al foso situado entre las vías y lo cubrió con su cuerpo para protegerlo del paso del tren. Muchos calificarían a este rescatador de héroe, pero él no opina igual: “Era lo que había que hacer. He actuado así por amor al prójimo, y no para que me den las gracias o ser famoso”.

2 Quizás conozcamos a alguien que arriesgó su vida por sus semejantes. Eso fue lo que hicieron muchas personas al ocultar a extraños durante la II Guerra Mundial. Otra demostración de amor al prójimo tuvo lugar en tiempos de Pablo, cuando él y 275 personas más naufragaron cerca de Malta, no muy lejos de Sicilia. Cuando llegaron a las playas, los lugareños auxiliaron a aquellos desconocidos, desplegando “extraordinaria bondad humana” (Hechos 27:27–28:2). Y otra persona que, mucho antes, se interesó por el prójimo fue una niña israelita que vivía cautiva en Siria. Seguramente no se expuso al peligro, pero hay que reconocer que se preocupó de verdad por el bienestar de su amo (2 Reyes 5:1-4). Además, no olvidemos al buen samaritano, el personaje de una parábola de Jesús que por siglos ha tocado el corazón de gente de muy diversas culturas. A diferencia del sacerdote y el levita que no hicieron nada por un judío medio muerto, aquel samaritano se desvivió por atenderlo (Lucas 10:29-37).

 w86 15/9 pág. 11 párrs. 4-5 Consejeros hábiles que son una bendición para sus hermanos

4, 5. a) ¿Qué ejemplos bíblicos muestran que los ancianos no son los únicos que pueden dar consejo? b) ¿En qué situaciones típicas del día moderno pueden dar consejo no solo los ancianos, sino también todo cristiano?

4 No. Terri no era anciano; sin embargo, su consejo finalmente produjo buenos resultados. Recuerde también al líder militar de Siria, Naamán. Él obró en conformidad con la información que recibió de una joven israelita y también en conformidad con el consejo de sus siervos. El consejo oportuno de Abigail, la esposa de Nabal, evitó el que David incurriera en culpabilidad por derramamiento de sangre. Y el joven Elihú dio buenos consejos a Job y a sus tres “consoladores”. (1 Samuel 25:23-35; 2 Reyes 5:1-4, 13, 14; Job 32:1-6.)

5 De manera similar, hoy día, los ancianos no son los únicos que tienen la prerrogativa de dar consejo. Con regularidad los padres aconsejan a sus hijos. Jóvenes como Terri a menudo tienen éxito en aconsejar a otros jóvenes de su edad. Y la Biblia anima específicamente a las hermanas maduras a ser “maestras de lo que es bueno”, especialmente respecto a las mujeres más jóvenes de la congregación. (Tito 2:3-5.) De hecho, en general todos tenemos la obligación de ayudarnos unos a otros así. El apóstol Pablo dijo: “Sigan consolándose unos a otros y edificándose unos a otros, así como de hecho lo están haciendo”. (1 Tesalonicenses 5:11.)

 w99 15/11 págs. 13-14 párr. 4 Acordémonos de nuestro Magnífico Creador

  1. a) ¿Qué muestra que una niña israelita cautiva en Siria y el joven rey Josías se acordaron de su Magnífico Creador? b) ¿Cómo mostró Jesús, a los 12 años, que se acordaba de su Creador?

4 Otra joven que recordó al Magnífico Creador fue una niña cautiva israelita, cuyo buen testimonio a la esposa de Naamán, el jefe del ejército sirio, hizo que este acudiera al profeta de Dios, se curara de la lepra y se convirtiera en un adorador de Jehová (2 Reyes 5:1-19). El joven rey Josías promovió con valor la adoración pura de Jehová (2 Reyes 22:1–23:25). Pero el mejor ejemplo de alguien que se acordó de su Magnífico Creador cuando aún era muy joven fue Jesús de Nazaret. Recordemos lo que sucedió cuando contaba 12 años de edad. Sus padres lo llevaron a Jerusalén para la Pascua. En el viaje de regreso se dieron cuenta de que Jesús no estaba con ellos, de modo que se volvieron para buscarlo. Al tercer día lo encontraron planteando preguntas de las Escrituras a los maestros del templo. En respuesta a la solicitud ansiosa de su madre, Jesús preguntó: “¿Por qué tuvieron que andar buscándome? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?” (Lucas 2:49). A Jesús le beneficiaba conseguir información de valor espiritual en el templo, ‘la casa de su Padre’. Hoy, el Salón del Reino de los Testigos de Jehová es un lugar excelente para conseguir conocimiento exacto de nuestro Magnífico Creador.

 w82 15/5 pág. 19 párr. 3 Juventud feliz en un mundo corrupto

  1. ¿Por qué no es nadie demasiado joven para estar interesado en servir a Dios?

3 Puede que pienses: ‘¡Oh, soy demasiado joven para pensar en todas esas cosas!’ Pero, ¿lo eres realmente? La Biblia insta a los jóvenes —a muchachos y muchachas— a servir a Dios. (Salmo 148:12, 13) Nos habla acerca de una niñita hebrea que ayudó a Naamán, un oficial del ejército sirio, a llegar a ser siervo de Jehová. (2 Reyes 5:2, 3, 15-17) Nos dice que unos niños aclamaron a Jesús, y que cuando los líderes religiosos se enfadaron por ello, Jesús les preguntó: “¿No han leído ustedes la Escritura que habla de esto? Dice así: Has hecho que los pequeños y los niños de pecho canten perfecta alabanza.” (Mateo 21:15, 16, El Nuevo Testamento de la Versión Popular [1966]) Jesús mostró interés personal en los jóvenes. Dijo que dejaran que ellos vinieran a él. De igual manera, hoy día las congregaciones de los testigos de Jehová por toda la Tierra están particularmente interesadas en los jóvenes… y en las cosas excelentes que ellos hacen para servir a Dios.—Mateo 19:14.

 w86 1/8 pág. 19 párr. 16 Jóvenes que regocijan el corazón de Jehová

  1. ¿En qué actividades espirituales participaron algunos jóvenes del pasado?

16 No cabe duda de que el corazón de Jehová se regocija cuando los jóvenes se hacen disponibles para cualquier servicio que tenga que efectuarse. No obstante, algunos jóvenes se han envuelto en actividades espirituales que requieren más que solo fuerza física y vigor. Elihú reconoció lo siguiente: “Joven soy yo en días”. Sin embargo, Jehová lo usó para corregir a Job. (Job 32:4-6.) Samuel era solo un “muchacho” cuando comenzó a servir en el tabernáculo de Jehová en Siló. (1 Samuel 2:18.) Fue “una muchachita” quien, a pesar de ser esclava en la casa de Naamán, proclamó sin temor lo que el profeta de Jehová podía hacer. (2 Reyes 5:2-4.) Cuando Jehová asignó a Jeremías como profeta, este dijo: “Solo soy un muchacho”. (Jeremías 1:5, 6.) “Y en cuanto a estos niños, los cuatro” —Daniel y sus tres compañeros hebreos— ¡qué sobresalientes siervos de Jehová fueron ellos durante el exilio en Babilonia! (Daniel, capítulos 1 y 3.) El sobrino de Pablo, un “joven”, actuó valerosamente a favor de su tío. (Hechos 23:16-22.) También estuvo el joven Timoteo, quien desde la infancia conoció los santos escritos y empleó su juventud en el servicio de Jehová. (2 Timoteo 3:15; Filipenses 2:19-23; 1 Corintios 4:17.)

 w05 1/8 págs. 8-10 Puntos sobresalientes del libro de Segundo de los Reyes

Lecciones para nosotros:

Segundo de los Reyes 5:3. Esta niña israelita tenía fe en el poder de Dios para efectuar milagros y la defendió con valor. Joven, ¿te esfuerzas por fortalecer tu fe en las promesas divinas y te armas de valor para hablar de la verdad a tus profesores y compañeros de clase?

 w93 1/8 pág. 11 párrs. 6-7 Evitemos el lazo de la avidez

6, 7. a) ¿Qué ejemplos hallamos en la Biblia que subrayan el poder que puede tener la avidez? b) ¿Por qué deberíamos ver una advertencia en estos ejemplos?

6 Jehová también mandó dejar constancia de muchos ejemplos para ponernos en guardia contra los peligros de la avidez. Recuerde la avidez de Acán. Dios ordenó que se destruyera Jericó, aunque se tenía que entregar al tesoro de Jehová su oro, plata, cobre y hierro. Es posible que al principio Acán tuviera la intención de cumplir esa orden, pero la avidez lo atrapó. Cuando entró en Jericó, fue como si penetrara en una tienda con gangas increíbles, entre ellas una hermosa vestidura que parecía ideal para él. Mientras recogía oro y plata que hoy valdría miles de dólares, quizás haya pensado: ‘¡Qué fortuna! Está casi regalada’. No obstante, era un robo. Por codiciar lo que debió destruir o entregar, hurtó a Dios, y le costó la vida. (Josué 6:17-19; 7:20-26.) Examine también los ejemplos de Guehazí y Judas Iscariote. (2 Reyes 5:8-27; Juan 6:64; 12:2-6.)

7 No debemos pasar por alto que los tres individuos mencionados en el párrafo anterior no eran paganos que desconocieran las normas de Jehová. Más bien, estaban dedicados a Dios. Todos habían visto milagros que debieron haberlos convencido del poder de Dios y la importancia de mantener su favor. No obstante, el lazo de la avidez fue su perdición. También nosotros podemos perder la relación con Dios si nos dejamos atrapar por cualquier clase de avidez. ¿Qué tipos de avidez pudieran ser particularmente peligrosos?

 w05 1/8 págs. 8-10 Puntos sobresalientes del libro de Segundo de los Reyes

Lecciones para nosotros:

Segundo de los Reyes 5:9-19. ¿No demuestra el ejemplo de Naamán que alguien orgulloso puede aprender a ser humilde? (1 Pedro 5:5.)

 w97 15/9 pág. 17 párr. 6 ¿Quién sobrevivirá al “día de Jehová”?

6, 7. ¿Qué ejemplo dio Naamán, y qué importancia tiene con relación a sobrevivir al “día de Jehová”?

6 Se necesita humildad para aceptar la dirección basada en la Biblia que suministran los “hermanos” de Cristo, con la esperanza de sobrevivir al día de Jehová. El jefe leproso del ejército sirio, Naamán, tuvo que ser humilde para aceptar la recomendación de una niña cautiva israelita que le dijo que para curarse debía ir a Israel y buscar a Eliseo. Este no salió de su casa para recibir a Naamán, sino que le envió el siguiente mensaje: “Tienes que bañarte siete veces en el Jordán para que vuelva a ti tu carne; y sé limpio”. (2 Reyes 5:10.) Naamán se sintió herido en su orgullo y se enfadó; pero cuando fue humildemente y se sumergió en el Jordán siete veces, “su carne se volvió como la carne de un muchachito, y quedó limpio”. (2 Reyes 5:14.) Antes de regresar a casa, Naamán volvió a Samaria para dar las gracias al profeta de Jehová. Eliseo, resuelto a no aprovecharse materialmente de los poderes que Dios le había conferido, salió a recibir a Naamán, pero no quiso aceptar ningún regalo. Naamán le dijo a Eliseo con humildad: “Tu siervo ya no ofrecerá ofrenda quemada o sacrificio a otros dioses sino a Jehová”. (2 Reyes 5:17.)

 w11 15/7 pág. 29 párr. 5 ¿Ha entrado usted en el descanso de Dios?

  1. ¿Por qué deben los ancianos ayudar a los hermanos, y qué reacciones debemos evitar cuando nos aconsejan?

5 No siempre es fácil aceptar los consejos de otro ser humano, por muy prudente y bondadoso que sea, pues sabemos que es tan imperfecto como nosotros. Con todo, conviene recordar que es Jehová quien ordena a los responsables de la congregación que “traten de reajustar [a los hermanos] con espíritu de apacibilidad”, es decir, que los corrijan con cariño (Gál. 6:1). Si aceptamos lo que nos dicen, seremos aún más “deseables”, o valiosos, a los ojos de Dios. Es curioso que, cuando hablamos con Jehová, todos admitimos sin problemas que cometemos errores. Pero quizá no nos resulte tan fácil reconocer un error concreto cuando un anciano nos lo señala. Puede que cuestionemos sus intenciones, nos quejemos de su falta de tacto, restemos importancia al problema o pongamos excusas (2 Rey. 5:11). Y si se trata de un asunto delicado —como la conducta de un familiar, la apariencia, la falta de higiene o las diversiones que Jehová desaprueba—, tal vez hasta nos enojemos y hagamos sentir mal al consejero. Pero, más tarde, cuando lo pensamos en frío, comprendemos que reaccionamos mal y que el consejo era oportuno.

 w05 1/8 págs. 8-10 Puntos sobresalientes del libro de Segundo de los Reyes

Respuestas a preguntas bíblicas:

Segundo de los Reyes 5:15, 16. ¿Por qué no aceptó Eliseo el regalo de Naamán? Porque reconocía que la curación milagrosa de Naamán se debía al poder de Jehová, y no al suyo. Para él habría sido inadmisible beneficiarse del cargo que Dios le había dado. Hoy día, los auténticos siervos de Jehová tampoco buscan sacar provecho personal de su servicio. Se toman muy en serio la recomendación de Jesús: “Recibieron gratis; den gratis” (Mateo 10:8).

 w05 1/8 págs. 8-10 Puntos sobresalientes del libro de Segundo de los Reyes

Respuestas a preguntas bíblicas:

Segundo de los Reyes 5:18, 19. ¿Estaba pidiendo perdón Naamán por tener que participar en un acto religioso? Se ve que el débil estado de salud del anciano rey sirio lo obligaba a apoyarse en Naamán. Cuando el rey se inclinaba para adorar a Rimón, también lo hacía Naamán. Pero se trataba de una acción puramente mecánica, con el único objetivo de servir de apoyo al rey, no de rendir adoración. De modo que Naamán pidió perdón a Jehová por cumplir con este deber civil. Eliseo dio crédito a sus palabras y le dijo: “Vete en paz”.

 w88 1/8 pág. 17 párr. 4 Jóvenes: guárdense de llevar una doble vida

  1. ¿Cómo han llevado una doble vida adultos también, pero qué se ha notado recientemente entre los jóvenes?

4 Con todo, quizás preguntes: ‘¿Por qué buscar faltas en nosotros los jóvenes? ¿Qué hay de los adultos?’. No hay duda de que ellos también tienen que guardarse de llevar una doble vida. Guehazí, el servidor de Eliseo, obró con engaño al tratar de ocultar que había recibido regalos de Naamán. (2 Reyes 5:20-26.) Y Ananías y Safira, que eran adultos, obraron engañosamente al decir que habían dado a los apóstoles todo el precio del campo —tratando de causar buena impresión—, cuando en realidad habían retenido parte del dinero para sí. (Hechos 5:1-4.) Sin embargo, la razón por la cual dirigimos nuestra atención a ustedes, los jóvenes, es que parece que ha habido un aumento en los problemas de este tipo entre ustedes.

 w05 1/8 págs. 8-10 Puntos sobresalientes del libro de Segundo de los Reyes

Lecciones para nosotros:

Segundo de los Reyes 5:20-27. ¡Qué precio tan alto por intentar vivir una mentira! Reflexionar sobre los sufrimientos y adversidades que resultan de llevar una doble vida impedirá que caigamos en ese proceder.

 w13 15/1 págs. 19-20 párr. 13 Siga acercándose a Jehová

  1. Con respecto al dinero, ¿qué diferencia hay entre el punto de vista de Jehová y el del mundo?

13 Si ponemos en primer lugar “el reino y la justicia de Dios”, él bendecirá los esfuerzos que con equilibrio hacemos para cubrir nuestras necesidades básicas (Mat. 6:33; Efes. 4:28). Ahora bien, Jehová no desea que al asistir a las reuniones sigamos pensando en el dinero o que estemos muy cansados por culpa del exceso de trabajo. En el mundo, mucha gente opina que la única manera de disfrutar de un futuro seguro y tranquilo es dedicarse a ganar dinero. Hasta presionan a sus hijos para que tengan las mismas metas materialistas. Pero Jesús enseñó que esta forma de pensar no es razonable (lea Lucas 12:15-21). No seamos como Guehazí, quien creyó que podía satisfacer su ambición y aun así conservar su amistad con Jehová (2 Rey. 5:20-27).

 w14 15/8 pág. 24 párrs. 12-13 Escuchemos la voz de Jehová dondequiera que estemos

12, 13. a) Dé un ejemplo de que la codicia lleva al desastre. b) Explique cómo puede crecer la codicia si no se corrige enseguida.

12 Hablemos ahora de la codicia. La persona codiciosa suele tomarse demasiadas libertades y traspasar los límites de lo que es correcto. Cuando Naamán —el jefe del ejército sirio— fue curado de su lepra, le ofreció regalos al profeta Eliseo, quien los rechazó. Pero Guehazí, el servidor de Eliseo, codició esos regalos, así que pensó: “Tan ciertamente como que vive Jehová, yo ciertamente correré tras [Naamán] y tomaré algo de él”. A espaldas de Eliseo, salió corriendo tras Naamán y le mintió con descaro para pedirle “un talento de plata y dos mudas de prendas de vestir”. Luego también mintió al profeta de Jehová. ¿Cómo acabó el codicioso Guehazí? ¡La lepra de Naamán se le pegó a él! (2 Rey. 5:20-27.)

13 La codicia quizás comience con un simple deseo. Pero si no se corrige, puede crecer rápidamente hasta dominar a la persona. El relato bíblico de Acán ilustra lo poderosa que es y lo rápido que puede crecer. Acán confesó: “Cuando llegué a ver entre el despojo un vestido oficial de Sinar, uno de buena apariencia, y doscientos siclos de plata y una barra de oro, que pesaba cincuenta siclos, entonces los quise, y los tomé”. En vez de rechazar su mal deseo, codiciosamente robó aquellas cosas y las escondió en su tienda. Cuando el pecado de Acán salió a la luz, Josué le dijo que Jehová lo iba a castigar. Y, en efecto, ese mismo día él y su familia murieron apedreados (Jos. 7:11, 21, 24, 25). La codicia es un peligro que puede entramparnos en cualquier momento. Por lo tanto, evitemos “toda [clase] de codicia” (Luc. 12:15). Es posible que de vez en cuando tengamos un mal pensamiento o imaginemos algo inmoral, pero es vital que dominemos lo que pensamos y no permitamos que nuestros deseos crezcan hasta el punto de llevarnos a pecar (lea Santiago 1:14, 15).

 w88 1/8 pág. 19 párr. 15 Jóvenes: guárdense de llevar una doble vida

  1. ¿Qué ayudará a los jóvenes a evitar una doble vida?

15 Una manera de evitar una doble vida es comprender lo que realmente significa y entonces preguntarte: ¿Es así como quiero que me recuerden, como un hipócrita, como imitador de Satanás y de los fariseos? ¡Por supuesto que no! Otra cosa que te ayudará a evitar una doble vida es pensar en el dolor y la tragedia personales que esa vida te traerá. Recuerda lo que le sucedió a Guehazí por tratar de vivir una mentira. La lepra de Naamán se le pegó, y quedó leproso por el resto de su vida. Y Dios dio muerte a Ananías y Safira por aparentar generosidad. (2 Reyes 5:27; Hechos 5:5, 9, 10.)

 CAPITULO 6:

w98 15/6 págs. 12-13 párrs. 4-5 ¿Reconocemos la organización de Jehová?

4, 5. a) ¿Qué problema tuvo el servidor de Eliseo? b) ¿Cómo respondió Jehová a la oración de Eliseo?

4 El rey de Siria mandó una gran fuerza militar de noche a Dotán para capturar a Eliseo. Cuando el servidor de este se levantó temprano por la mañana y salió afuera, posiblemente para tomar el fresco sobre el tejado llano de su casa oriental, se horrorizó. Un ejército completo de sirios con caballos y carros de guerra rodeaba la ciudad, esperando capturar al profeta de Dios. El siervo gritó a Eliseo: “¡Ay, amo mío! ¿Qué haremos?”. Eliseo respondió, al parecer con calma y convicción: “No tengas miedo, porque hay más que están con nosotros que los que están con ellos”. El servidor debió preguntarse: “¿Dónde están? No veo a nadie”. A veces, posiblemente este también sea nuestro problema: no ver con los ojos del entendimiento y no percibir las huestes celestiales (2 Reyes 6:8-16; Efesios 1:18).

5 Eliseo pidió a Dios que le abriera los ojos a su siervo. ¿Qué sucedió a continuación? “Inmediatamente Jehová abrió los ojos al servidor, de manera que él vio; y, ¡mire!, la región montañosa estaba llena de caballos y carros de guerra de fuego todo en derredor de Eliseo.” (2 Reyes 6:17.) Sí, vio las huestes celestiales, los ejércitos angelicales preparados para proteger al siervo de Dios, y así pudo entender la confianza de Eliseo.

 w07 15/3 pág. 23 párrs. 10-11 Los ángeles: su influencia en la humanidad

10, 11. a) ¿Cómo reaccionó Eliseo ante la ofensiva del ejército sirio, y cómo reaccionó su servidor? b) ¿Cómo puede beneficiarnos examinar aquel suceso?

10 Hallamos un impresionante ejemplo de apoyo angélico en los días del profeta Eliseo, cuando este se encontraba en la ciudad israelita de Dotán. Cierto día, su servidor se levantó temprano y vio que la ciudad estaba rodeada por caballos y carros de guerra: el rey de Siria había enviado una poderosa fuerza militar para capturar a Eliseo. ¿Cuál fue su reacción al ver aquello? Con miedo, tal vez con pánico, gritó: “¡Ay, amo mío! ¿Qué haremos?”. Para él, todo parecía perdido, pero Eliseo respondió: “No tengas miedo, porque hay más que están con nosotros que los que están con ellos”. ¿Qué quiso decir? (2 Reyes 6:11-16.)

11 Eliseo sabía que las huestes angélicas estaban allí, dándole apoyo. Sin embargo, su servidor no las veía, de modo que Eliseo se puso a orar a Dios y a pedirle: “Oh Jehová, ábrele los ojos, por favor, para que vea”. Pues bien, el relato sigue diciendo que “inmediatamente Jehová abrió los ojos al servidor, de manera que él vio; y, ¡mire!, la región montañosa estaba llena de caballos y carros de guerra de fuego todo en derredor de Eliseo” (2 Reyes 6:17). El servidor pudo entonces ver las huestes angélicas. En nuestro caso, el discernimiento espiritual nos permite percibir que los ángeles, todos ellos bajo la dirección de Jehová y de Cristo, brindan apoyo y protección al pueblo de Dios.

 w98 15/6 pág. 21 párr. 19 La organización de Jehová apoya nuestro ministerio

  1. ¿Qué piensa usted de su ministerio?

19 De modo que confiemos en la ayuda del espíritu de Dios cuando comuniquemos las buenas nuevas a la gente. Millones de personas confían en hombres y mujeres indignos que hoy están aquí y mañana desaparecen. Nosotros confiamos en Jehová y su organización celestial: Cristo Jesús, los santos ángeles y los cristianos ungidos resucitados, que viven para siempre. Por tanto, recordemos: “Hay más que están con nosotros que los que están con ellos” (2 Reyes 6:16).

 w00 1/3 pág. 11 párr. 8 Jehová, el que es vigoroso en poder

  1. ¿Qué ejércitos celestiales comanda Jehová, y qué indicación tenemos de su poder?

8 La expresión “Jehová de los ejércitos”, que aparece 285 veces en la Biblia, es otro recordatorio del poder de Dios. “Los ejércitos” a los que se hace referencia son las huestes de espíritus que Jehová comanda (Salmo 103:20, 21; 148:2). En una sola noche, uno de esos ángeles dio muerte a 185.000 soldados asirios que amenazaban Jerusalén (2 Reyes 19:35). Si reconocemos el poder de los ejércitos celestiales de Jehová, no nos intimidarán fácilmente los opositores. El profeta Eliseo no se preocupó cuando se vio atrapado por un ejército completo que lo buscaba porque, a diferencia de su siervo, vio con los ojos de la fe la gran hueste de fuerzas celestiales que le apoyaban (2 Reyes 6:15-17).

 w07 15/12 págs. 23-24 párr. 11 Ningún arma que se alce contra nosotros servirá de nada

  1. ¿Cómo ha cumplido Dios la promesa que se halla en Zacarías 12:4?

11 Lea Zacarías 12:4. Ahí Jehová promete que, figurativamente, cegará y herirá “con aturdimiento” a quienes luchen contra sus valerosos mensajeros del Reino. Y sin duda ha cumplido su palabra. Por ejemplo, en un país donde la adoración verdadera estaba proscrita, los adversarios no pudieron impedir que el alimento espiritual llegara a manos de los siervos de Dios. A este respecto, un periódico hasta llegó a afirmar que los testigos de Jehová usaban globos para introducir publicaciones bíblicas en el país. En realidad, Dios estaba cumpliendo su promesa: “Abriré mis ojos, y [a] todo caballo de los pueblos heriré con pérdida de la vista”. Ciegos de ira, los enemigos del Reino no saben qué dirección tomar. Por otra parte, nosotros tenemos la certeza de que Jehová protegerá a su pueblo y velará por su bienestar (2 Reyes 6:15-19).

 w98 1/5 págs. 23-24 párr. 14 El juicio de la llanura baja de la decisión

  1. ¿Quiénes son los poderosos de Jehová?

14 ¿Quiénes son los poderosos de Jehová? En la Biblia, al Dios verdadero se le llama unas doscientas ochenta veces “Jehová de los ejércitos” (2 Reyes 3:14). Estos ejércitos son las huestes angélicas del cielo que están listas para hacer la voluntad divina. Cuando los sirios trataron de atrapar a Eliseo, Jehová acabó abriendo los ojos del servidor de Eliseo para que viera por qué no iban a triunfar: “¡Mire!, la región montañosa estaba llena de caballos y carros de guerra de fuego todo en derredor de Eliseo” (2 Reyes 6:17). Jesús dijo que él podía haber pedido a su Padre “más de doce legiones de ángeles” (Mateo 26:53). Al explicar que Jesús cabalga para ejecutar la sentencia divina en Armagedón, Revelación dice: “Los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos blancos, y estaban vestidos de lino fino, blanco y limpio. Y de su boca sale una aguda espada larga, para que hiera con ella a las naciones, y las pastoreará con vara de hierro. Pisa también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso” (Revelación 19:14, 15). A aquel lagar simbólico se le denomina vívidamente “el gran lagar de la cólera de Dios” (Revelación 14:17-20).

 w13 15/8 pág. 30 Eliseo vio carros de fuego. ¿Los ve usted? –  ELISEO CONFIÓ EN JEHOVÁ

Eliseo no se inquietó al ver a todos aquellos enemigos rodeándolos en Dotán. ¿Qué lo ayudó? La fe tan fuerte que había desarrollado. Nosotros también necesitamos esa clase de fe. Por tanto, pidámosle a Jehová espíritu santo para demostrar fe y otros aspectos del fruto del espíritu (Luc. 11:13; Gál. 5:22, 23).

Lo que Eliseo vivió en Dotán también le dio razones de peso para confiar en Jehová y sus invisibles ejércitos protectores. El profeta pudo ver que Dios tenía ángeles rodeando la ciudad y a quienes la asediaban. Y tanto él como su servidor se salvaron cuando Jehová cegó a aquellos enemigos (2 Rey. 6:17-23). En ese momento tan difícil demostró fe y confianza absoluta en Jehová, como había hecho en otras ocasiones.

Al igual que Eliseo, confiemos en Jehová (Prov. 3:5, 6). Así, “Dios mismo nos mostrará favor y nos bendecirá” (Sal. 67:1). Claro, no vemos carros y caballos de fuego literales a nuestro alrededor, pero Jehová protege a su pueblo hoy y lo protegerá en el futuro durante la “gran tribulación” (Mat. 24:21; Rev. 7:9, 14). Hasta que llegue ese momento, recordemos siempre que Jehová es un “refugio para nosotros” (Sal. 62:8).

 CAPITULO 7:

w09 15/8 pág. 28 Evitemos las distracciones en este “día de buenas noticias”

LOS cuatro leprosos no tenían muchas opciones, pues no habían recibido ni una sola limosna a la entrada de la ciudad. Los sirios habían sitiado Samaria, y la gente se estaba muriendo de hambre. No tenía sentido entrar, ya que el precio de la comida era exorbitante. De hecho, ya se había producido al menos un caso de canibalismo (2 Rey. 6:24-29).

Entonces a los leprosos se les ocurrió ir al campamento sirio al amparo de la oscuridad. Al fin y al cabo, no tenían nada que perder. Pero cuando llegaron, todo estaba en silencio. Vieron a los caballos y a los asnos atados, pero no había centinelas ni soldados. Intrigados, se asomaron a una tienda, pero estaba vacía. Entraron y empezaron a comer y a beber de todo lo que había allí. También vieron artículos de oro y plata, así como prendas de vestir y otras cosas valiosas. Tomaron todo lo que pudieron, se fueron a esconderlo y regresaron por más. ¡Los sirios habían abandonado el campamento! ¿Qué había ocurrido? Milagrosamente, Jehová había hecho que escucharan el sonido de un ejército. Pensando que estaban siendo atacados, los soldados salieron corriendo y dejaron todo atrás.

Los leprosos siguieron llevándose más y más cosas, cuando de pronto recordaron que la gente de Samaria se estaba muriendo de hambre y les empezó a remorder la conciencia. Dijeron: “No es recto lo que estamos haciendo. ¡Este día es un día de buenas noticias!”. Así que corrieron a la ciudad para contar lo que habían descubierto (2 Rey. 7:1-11).

Tal como aquellos leprosos, nosotros estamos viviendo en “un día de buenas noticias”. ¿A qué noticias nos referimos? A las que indicó Jesús al hablar de “la señal […] de la conclusión del sistema de cosas”: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mat. 24:3, 14). ¿Qué efecto debe tener eso en nosotros?

 CAPITULO 8:

w97 1/5 pág. 10 párr. 10 Cómo identificar a los mensajeros verdaderos

  1. ¿En qué sentido fue Ciro “ungido”, y cómo podía hablarle Jehová más de cien años antes de su nacimiento?

10 Observe que Jehová habla a Ciro como si ya estuviera vivo, lo cual concuerda con la declaración de Pablo de que Jehová “llama las cosas que no son como si fueran”. (Romanos 4:17.) Además, Dios lo llama “ungido”. ¿Por qué? Al fin y al cabo, el sumo sacerdote de Jehová nunca derramó el aceite santo de la unción sobre la cabeza de Ciro. Es verdad; pero este es un ungimiento profético. Indica la designación para una comisión especial. De modo que Dios podía referirse al nombramiento por anticipado de Ciro como un ungimiento. (Compárese con 1 Reyes 19:15-17; 2 Reyes 8:13.)

 w93 1/8 pág. 20 párr. 21 Que nadie eche a perder nuestros hábitos útiles

  1. a) ¿Qué necesidad tenemos referente a las compañías? b) ¿Por qué podemos estar seguros de que algunas compañías son peligrosas?

21 Todos necesitamos compañerismo. No obstante, debemos tener en cuenta que las compañías nos afectan, sea para bien o para mal. Así ocurrió en el caso de Adán y en el de todas las personas que han vivido en el transcurso de los siglos. Por ejemplo, Jehosafat era un buen rey de Judá que contaba con el favor y la bendición de Jehová. Pero al permitir que su hijo se casara con la hija de Acab, el rey de Israel, entabló amistad con Acab. Esta mala compañía casi le costó la vida. (2 Reyes 8:16-18; 2 Crónicas 18:1-3, 29-31.) Si no seleccionamos con prudencia nuestras amistades, puede ser igual de peligroso.

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