Archivo de la categoría: Cuentos y Fabulas

La bolsa de papas

Había una vez un profesor que les encargó lo siguiente a cada alumno:

Debían coger una bolsa de plástico y pensar con cuántas personas habían tenido algún tipo de discordia y por cada persona a la que le guardaran rencor, debían coger una papa (patata) y echarla dentro. Esa bolsa la debían llevar a todos lados. Si necesitaban ir al servicio, la debían llevar consigo, tenían que llevarla al recreo y no soltarla para nada. Si querían jugar de alguna manera, nunca podían dejarla atrás.

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El Puente

No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto. Este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.

Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.

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Una historia de amor

Habia una vez, en una isla Vivian todas las emociones: la felicidad, la tristeza, el conocimiento y todos los demás, incluyendo el amor. Sin embargo, un día se anuncio que la isla se iba a hundir. Entonces, todos prepararon sus botes para salir. El amor fue el único que no hizo algo. El amor quería quedarse hasta que la isla se empezara a hundir. Cuando el amor estaba casi por ahogarse, decidió pedir ayuda.

La riqueza pasaba por ahí en un bote tan bonito. El amor le pregunto

– “Riqueza, ¿me puedes llevar contigo?”

El le contesto.

– ”No. no puedo…hay mucho oro y plata y no hay lugar para ti.”

El amor decidió preguntarle a la Vanidad que también pasaba por ahí,

– “Vanidad, por favor ayúdame”

– “no puedo ayudarte Amor. Estas mojado y vas arruinar mi bote” le contestó la Vanidad.

La Tristeza paso cerca y también pregunto por ayuda,

– “Tristeza, déjame ir contigo.”

– La Tristeza le dijo “oh…Amor estoy tan triste que prefiero ir solo.”

También paso la Felicidad, pero como estaba tan contenta que no escucho al Amor cuando le grito.

De repente se escucho una voz diciendo.

– “ven Amor, yo te llevo.”

Este era un Viejo. El Amor estaba tan contento que ni siquiera pregunto el nombre de este Viejo.

Cuando llegaron a la otra orilla, el Amor pregunto al Conocimiento

– ¿quien es el Viejo que me ayudo?

El Conocimiento le respondió:

– es el Tiempo

– ¿el Tiempo?” respondió admirado, “¿porque me ayudó?”

El Conocimiento le respondió:

– porque solo el Tiempo es capaz de entender lo grande que es el Amor.

Juan el Perfecto

Desperté, no sabía dónde estaba.
¿Qué pasaba?
De repente, me dio un vuelco el corazón,
y recordé que vivía
un día después del Armagedón.
¿Estoy sólo? – preguntaba.
A nadie alcanzó mi visión
y busqué por si encontraba,
alguien de mi congregación.
Desde lejos observé
que alguno se me acercaba.
¡Pero si es Mariana,
aquella chica mundana
que a mi nada me gustaba!
Seguí caminando y dudé;
no lo podía creer…
¿No es aquél chico Javier?
¡Si predicar no quería!
Siempre obligado salía…
¡Cuántas cosas hay que ver!

Más adelante encontré
lo que nunca imaginé.
a la hermana Amatista,
¡ si era tan materialista!
¡Ni aún en el Paraíso
la perdería de vista!
Mi paciencia culminó
cuando junto a mi llegó
un compañero precursor
que de listo se las daba,
pero que, a mi entender,
seguro que a las horas no llegaba.
Estuve a punto de gritar:
"¿Qué pasa, Jehová?
¿Qué hace esta gente aquí?"
Pero mudo me quedé,
y es que tuve que callar,
porque en sus rostros yo vi
que asombrados se quedaban,
y es que tampoco esperaban
que pudiera estar yo allí.

Moraleja:

Mira las cosas buenas de los demás;
siempre lo hace así Jehová,
porque si fallas de  continuo Él mirara:
seguro que al Paraíso ninguno pasaba.

Salmo 103: 9,13,14

¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de cafe?

Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles.
No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo.
En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en un plato. Coló el café y lo puso en una taza. Mirando a su hija le dijo:

– «Querida, ¿qué ves?»

-«Zanahorias, huevos y café» fue su respuesta.

La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas.
Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: «¿Qué significa esto, Padre?»
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad:
agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente:

La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
– «¿Cuál eres tú?», le preguntó a su hija.

«Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?.
¿Cómo eres tú?
¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan , te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿Eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café?

El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor.
Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor.
Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

¿Cómo manejas la adversidad?
¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

Un tazon de Madera

Un viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años, ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.

La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacía el alimentarse un asunto difícil.
Los guisantes caían de su cuchara al suelo de y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.

El hijo y su esposa se cansaron de la situación. "Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya he tenido suficiente, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".

Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.

De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo.

Le preguntó dulcemente: ¿Qué estás haciendo?

Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos".

Sonrió y siguió con su tarea.

Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.

Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.

Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas.

Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos constructores sabios y modelos a seguir.

He aprendido que puedes decir mucho de una persona por la forma en que maneja tres cosas: un día lluvioso, equipaje perdido y cobros en excesos.

He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.

He aprendido que aún cuando me duela, no debo estar solo.

La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca cómo los hiciste sentir.

LAS VITAMINAS TEOCRÁTICAS: Úselas y viva para siempre

La vitamina EP (El Estudio Personal)
Importantísima para el crecimiento espiritual. Muy conveniente para conocer bien Dios y en los casos de dudas, falta de espiritualidad, deficiencias en el servicio del campo y en los estudios bíblicos. Encuéntrela fácilmente en la Biblia y publicaciones de la Sociedad Watch Tower.

La vitamina AR (La Asistencia a las Reuniones)
Conveniente en el tratamiento de falta de vitalidad para las actividades teocráticas y para el mayor desarrollo espiritual. La efectividad de esta vitamina aumentará grandemente si además de asistir, usted también se prepara y participa en las reuniones. Su falta puede hacer que hasta las personas más fuertes se queden parados atrás de la organización, mientras se vuelven objetivos fáciles para el Diablo. Encuéntrela en cualquier Salón de Reino en los horarios apropiados (intenta ser puntual).

Las vitaminas A, P, M y E (Amor, Perdón, Misericordia y Empatía)
Recomendado para todas las relaciones con otras personas. En caso de faltar, principalmente la vitamina A, puede volverse inútil todo lo que la persona hace. Las experiencias logradas en los últimos 6.000 años revelaron que sólidas dosis de estas vitaminas pueden proporcionarle gran belleza interior, mientras lo volverá muy atractivo al otro y llenará su vida de alegría y felicidad.
Crecerán en el corazón, cuando nosotros intentemos imitar Jehová y Jesucristo.

La vitamina O  (La Oración)
Esencial para una buena relación con Jehová y el desarrollo de la fe.
Tiene el poder para dar increíble paz interior. Favorablemente recomendada para las situaciones de aflicción o de prueba, pero no sólo debe usarse cuando "la cosa se pone negra". Disponible en cualquier parte y a cualquiera hora, en la cantidad que desee. Cuanto más, mejor. Aunque , no tiene efecto si la usa para impresionar a otros meramente o de una manera repetitiva. Use en gran cantidad, todos los días.

La vitamina SC (El Servicio de Campo)
Debe tomarse en asociación con todas las otras. Le ayudará a la persona a caminar con Dios, mostrarle amor al vecino, y dejar muy claro qué lado apoya en la cuestión de la soberanía universal. Indispensable para el crecimiento espiritual. Disponible sólo a los que realmente quieren hacer la voluntad de Jehová y en íntima asociación con su Organización.

Todas estas vitaminas no cuestan nada, no tienen contraindicaciones, pudiendo y debiendo usarse por todas las personas. El uso continuo de estas vitaminas es esencial para el desarrollo espiritual y harán posible que la persona viva para siempre!!!