Solo lo hacen a líneas fijas para que no lo vean como acoso telefónico
“Acaban de llamar a mi casa y le dijeron a mami: ’Mi nombre es Cristina, usted no me conoce, soy testigo de Jehová y como ahorita no podemos visitar las casas…’”
Eso nos contó una vecina de Guadalupe, quien recibió la llamada de una seguidora de este grupo religioso. Cabe recordar que a los miembros de esa iglesia, antes de la pandemia, era común verlos de dos en dos, tocando los portones de nuestras casas armados con la biblia, sombrillas y bloqueador solar a la espera de dar un mensaje de la Palabra de Dios.