w08 15/8 págs. 26-28 Puntos sobresalientes de las cartas a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses y a los ColosensesAL Apóstol Pablo se le informa que en «las congregaciones de Galacia» los judaizantes (judíos que promueven la observancia de la Ley mosaica) están desviando de la adoración pura a algunos cristianos, por lo que decide escribir a dichas congregaciones (Gál. 1:2). Su impactante carta, escrita entre los arios 50 y 52, contiene firmes consejos y exhortaciones.Unos diez años más tarde, estando «prisionero [por causa] de Cristo Jesús» en Roma, Pablo escribe a las congregaciones de Éfeso, Filipos y Colosas para aconsejar a los cristianos y animarlos (Efe. 3:1). Hoy día, nosotros también podemos beneficiamos del mensaje que contienen las cartas a los Gálatas, los Efesios, los Filipenses y los Colosenses (Heb. 4:12).¿CÓMO SON «DECLARADOS JUSTOS» LOS CRISTIANOS? (Gál. 1:1-6:18)Como los astutos judaizantes tratan de desacreditar al apóstol Pablo, él defiende su nombramiento mencionando algunos detalles de su vida (Gál. 1:11-2:14). Y para rebatir sus enseñanzas falsas, Pablo les dice a los gálatas que «el hombre no es declarado justo debido a obras de ley, sino únicamente por medio de fe para con Cristo Jesús» (Gál. 2:16).Luego añade que Jesús «libr[ó] por compra a los que se hallaban bajo ley» para que disfrutaran de la libertad cristiana, y los exhorta a que sigan «firmes, y no se dejen restringir otra vez en un yugo de esclavitud» (Gál. 4:4, 5; 5:1).Respuestas a preguntas bíblicas:3:16-18, 28, 29. ¿Continúa vigente el pacto abrahámico? Sí. El pacto de la Ley no invalidó el que Dios había hecho con Abrahán; solo se añadió a este. Por tanto, el pacto abrahámico continuó vigente después de que se abolió la Ley (Efe. 2:15). Quienes reciben las promesas son la verdadera «descendencia» de Abrahán: Jesucristo, que es la parte principal, y los que «pertenecen a Cristo».6:2. ¿Qué es «la ley del Cristo»? Son todas las enseñanzas y mandatos de Jesús, particularmente el mandamiento de que los cristianos «se amen unos a otros» (Juan 13:34).6:8. ¿Qué significa ‘sembrar con miras al espíritu’? Significa vivir de tal manera que el espíritu santo pueda obrar con total libertad en nosotros. Implica participar de todo corazón en las actividades cristianas, las cuales fomentan el libre fluir del espíritu.Lecciones para nosotros:1:6-9. Los superintendentes cristianos tienen que actuar sin demora cuando surgen problemas en la congregación. Si se valen de las Escrituras y de argumentos lógicos, lograrán rebatir sin problemas los razonamientos falsos.2:20. El rescate es un regalo que Dios nos ha hecho a cada uno de nosotros. Así es como tenemos que aprender a verlo (Juan 3:16).5:7-9. Las malas compañías pueden impedir que sigamos obedeciendo la verdad. Por eso debemos evitarlas.
6:1, 2, 5. «Los que tienen las debidas cualidades espirituales» pueden ayudarnos a llevar las cargas, tales como las dificultades que enfrentamos por haber dado algún paso en falso. En cambio, la carga de nuestras responsabilidades espirituales la tenemos que llevar nosotros mismos.
resumen de gálatas – CAPÍTULOS. 1-6 w90 15/11 pág. 23 ¡Estén firmes en la libertad cristiana! – Puntos sobresalientes de GálatasJEHOVÁ es el Dios de la libertad. (2 Corintios 3:17.) Su Hijo Jesucristo dijo: “Conocerán la verdad, y la verdad los libertará”. (Juan 8:32.) Y en imitación de Cristo, el apóstol Pablo predicó las buenas nuevas de la libertad. (Romanos 6:18; 8:21.)Mediante la declaración de aquel mensaje dador de libertad Pablo estableció las congregaciones de Galacia (provincia romana de Asia Menor) durante su primer viaje misional (47-48 E.C.). Los gálatas sabían de la decisión que había expresado el cuerpo gobernante de que la circuncisión no era un requisito para los cristianos. (Hechos 15:22-29.) Pero los judaizantes procuraban esclavizarlos insistiendo en que se circuncidaran. Por eso Pablo recalcó el asunto de la libertad cristiana en la carta que escribió a los gálatas desde Corinto o Antioquía de Siria alrededor de 50-52 E.C. Por ejemplo, dijo: “Para […] libertad Cristo nos libertó. Por lo tanto, estén firmes, y no se dejen restringir otra vez en un yugo de esclavitud”. (Gálatas 5:1.)Pablo defiende su apostoladoEn primer lugar, Pablo mostró que su apostolado era “mediante Jesucristo y Dios” (1:1–2:14). Debido a una revelación, Pablo (y con él Bernabé y Tito) fue a Jerusalén para considerar el asunto de la circuncisión. Allí Santiago, Cefas (Pedro) y Juan reconocieron que Pablo había sido facultado para ser apóstol a las naciones. Y cuando más tarde Pedro se separó de los creyentes gentiles en Antioquía por temor a los cristianos judíos de Jerusalén, Pablo lo censuró.¿Cómo se les declara justos?El apóstol también hizo saber vigorosamente que solo por fe en Jesucristo puede alguien ser declarado justo (2:15–3:29). Los gálatas no recibieron el espíritu de Dios por obras de ley, sino porque aceptaron con fe las buenas nuevas. Los verdaderos hijos de Abrahán tienen fe, pero los que tratan de demostrar que son justos por “obras de ley están bajo maldición”. ¿Por qué? Porque no pueden observar la Ley perfectamente. En realidad la Ley ponía de manifiesto las transgresiones y era un ‘tutor que los conducía a Cristo’.¡Estén firmes!Por su muerte, Cristo ‘libró a los que se hallaban bajo ley’. Pero sus seguidores tienen que estar firmes en la libertad cristiana (4:1–6:18). De modo que los gálatas tenían que resistir a cualquiera que tratara de persuadirlos para que aceptaran un yugo de esclavitud. Además, no debían abusar de su libertad, sino evitar las “obras de la carne” y desplegar el fruto del espíritu de Dios. Los que procuraban esclavizarlos a la Ley querían “presentar una apariencia agradable en la carne”, evitar persecución y tener causa para jactarse. No obstante, Pablo mostró que ni la circuncisión ni la incircuncisión son nada. Más bien, “una nueva creación es algo”. Oró para que hubiera paz y misericordia sobre el Israel espiritual, los que pertenecen a esa nueva creación.La carta de Pablo a los gálatas les ayudó a resistir a los que procuraban esclavizarlos espiritualmente. Que también nos ayude a nosotros a desplegar el fruto del espíritu y a estar firmes en la libertad cristiana.[Ilustración/Recuadro en la página 23] Marcas: “Que nadie me esté causando molestias —escribió Pablo—, porque llevo en mi cuerpo las marcas de un esclavo de Jesús”. (Gálatas 6:17.) Entre paganos de la antigüedad se marcaba a los esclavos para indicar quiénes eran sus dueños. En la carne se les marcaban con fuego, o se les inscribían, diversos diseños. Parece que los muchos abusos físicos de que fue objeto Pablo debido a su servicio cristiano dejaron cicatrices en su cuerpo, y esto daba testimonio de su afirmación de que era un esclavo fiel que pertenecía a Cristo, uno que había sido perseguido por causa de Él. (2 Corintios 11:23-27.) Puede que estas hayan sido “las marcas” a las que Pablo se refirió, o quizás haya estado pensando en la vida que llevaba como cristiano, al desplegar el fruto del espíritu de Dios y efectuar su ministerio.w02 15/9 págs. 17-18 párrs. 8-10Sigamos practicando lo que hemos aprendido8 Satanás trata de quebrantar nuestra integridad sembrando dudas sobre lo que se nos ha enseñado. Hoy, tal como en el siglo primero, hay apóstatas y otros individuos que procuran acabar con la fe de los ingenuos (Gálatas 2:4; 5:7, 8). Algunas veces se valen de los medios de comunicación para difundir información distorsionada o hasta mentiras descaradas respecto a los métodos y motivos del pueblo de Jehová. Pablo advirtió de que algunos se dejarían apartar de la verdad. “Habrá un período —escribió— en que no soportarán la enseñanza saludable, sino que, de acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que les regalen los oídos; y apartarán sus oídos de la verdad, puesto que serán desviados a cuentos falsos.” (2 Timoteo 4:3, 4.)9 En vez de retener el modelo de palabras saludables, algunos se dejaron seducir por “cuentos falsos”. ¿En qué consistían estos? Es posible que Pablo pensara en leyendas fantasiosas, como las que se encuentran en el libro apócrifo de Tobías *. Los cuentos falsos quizá incluyeran asimismo rumores sensacionalistas y especulativos. Por otra parte, puede que hubiera quienes, “de acuerdo con sus propios deseos”, se sintieran intelectualmente atraídos a los que fomentaban un punto de vista permisivo de las normas divinas o criticaban a los que supervisaban la congregación (3 Juan 9, 10; Judas 4). Sean cuales fueren sus piedras de tropiezo, parece que algunos prefirieron las falsedades a las verdades de la Palabra de Dios. No tardaron en dejar de practicar las cosas que habían aprendido, lo cual perjudicó su espiritualidad (2 Pedro 3:15, 16).10 Para no dejarnos arrastrar por cuentos falsos, tenemos que seleccionar lo que oímos y leemos. Por ejemplo, los medios de comunicación promueven con frecuencia la inmoralidad. Muchas personas alientan el agnosticismo y el total ateísmo. Los partidarios de la alta crítica se burlan de la afirmación de la Biblia de estar inspirada por Dios. Y los apóstatas de nuestros días siguen tratando de plantar semillas de duda con objeto de socavar la fe de los cristianos. Con relación a un peligro comparable, el que representaban los falsos profetas en el siglo primero, el apóstol Juan advirtió: “Amados, no crean toda expresión inspirada, sino prueben las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo” (1 Juan 4:1). Por consiguiente, hemos de tener cuidado.Nota] El libro de Tobías (o Tobit), escrito probablemente en el siglo III a.E.C., contiene un cuento lleno de supersticiones que narra la historia de un judío llamado Tobías, a quien atribuye la facultad de obtener poderes de curación y exorcismo usando el corazón, la bilis y el hígado de un pez monstruoso.(Gálatas 5:13) 13 Ustedes fueron llamados, por supuesto, para libertad, hermanos; solamente que no usen esta libertad como incentivo para la carne; antes bien, mediante el amor, sírvanse como esclavos unos a otros. w06 1/5 pág. 18 párr. 5Pastores que son “ejemplos del rebaño”5 Los pastores espirituales imitan a Jehová y Jesús. Aman a todo el rebaño de Dios y lo demuestran ‘aplicándose a la enseñanza’ de la congregación. Sus discursos bíblicos sirven para alimentar y proteger al rebaño, y todos ven su arduo trabajo en este campo (1 Timoteo 4:13, 16). Pero no todos ven el tiempo que invierten en llevar registros, encargarse de la correspondencia, elaborar programas y atender innumerables detalles para asegurarse de que las reuniones y otras actividades de la congregación se efectúen “decentemente y por arreglo” (1 Corintios 14:40). Gran parte de esta labor se realiza en privado, por lo que no suele recibir mucho reconocimiento, pero es una verdadera manifestación de amor (Gálatas 5:13).(Gálatas 5:16) 16 Pero digo: Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal.w01 1/8 págs. 15-16 párrs. 12-16 Pongamos de manifiesto nuestro adelantamiento12 Tan esencial como “alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto” es manifestar el fruto del espíritu de Dios en todo aspecto de la vida. ¿Por qué? Porque, como hemos visto, la madurez no es algo interno o escondido, sino que se caracteriza por cualidades claramente perceptibles que benefician y fortalecen a otras personas. Huelga decir que procurar el progreso espiritual es más que esforzarse por tener modales refinados. Al crecer en sentido espiritual y seguir la guía del espíritu de Dios, nuestras actitudes y acciones experimentarán una extraordinaria transformación. “Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal”, dijo el apóstol Pablo (Gálatas 5:16).13 El apóstol pasó a hacer una lista de “las obras de la carne”, que son numerosas y “manifiestas”. Las costumbres del mundo moldean la vida de las personas antes de que lleguen a valorar los requisitos divinos, y es posible que en ella sean evidentes algunas de las cosas que mencionó Pablo: “fornicación, inmundicia, conducta relajada, idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas” (Gálatas 5:19-21). Ahora bien, quien progresa en sentido espiritual va dominando poco a poco estas indeseables “obras de la carne” y dando cabida al “fruto del espíritu”. Este cambio visible es un claro indicio de que está adelantando hacia la madurez cristiana (Gálatas 5:22).14 Fijémonos en dos expresiones: “las obras de la carne” y “el fruto del espíritu”. Las “obras” son el producto de nuestras acciones. En otras palabras: cada una de las obras de la carne que Pablo menciona es el resultado o bien de un esfuerzo consciente, o bien de la influencia de la carne caída (Romanos 1:24, 28; 7:21-25). Por otro lado, la expresión “el fruto del espíritu” implica que estas cualidades no son consecuencia de un intento por desarrollar el carácter o mejorar la personalidad, sino de la actuación del espíritu de Dios en la gente. Tal como los árboles dan fruto cuando están bien atendidos, manifestaremos el fruto del espíritu cuando el espíritu santo fluya libremente en nuestra vida (Salmo 1:1-3).15 Analicemos también el hecho de que Pablo utilice la palabra “fruto” para englobar todas las cualidades deseables que menciona. El espíritu no produce diversos frutos para que escojamos el que más nos guste. Todas las cualidades citadas —amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad y autodominio— son igual de importantes, y juntas hacen posible la nueva personalidad cristiana (Efesios 4:24; Colosenses 3:10). Por consiguiente, aunque tal vez nos demos cuenta de que algunas de las cualidades son más evidentes en nuestra vida debido a nuestra personalidad e inclinaciones, es fundamental que demos atención a todas ellas. Así reflejaremos más plenamente la personalidad cristiana en nuestra vida (1 Pedro 2:12, 21).16 La lección valiosa que nos enseña este análisis de Pablo es que nuestro objetivo al tratar de lograr la madurez cristiana no es adquirir grandes saberes ni cultivar una personalidad refinada, sino conseguir que el espíritu de Dios fluya con libertad en nuestra vida. En la medida en que nuestros pensamientos y acciones respondan a la dirección del espíritu santo, seremos maduros en sentido espiritual. ¿Cómo logramos este objetivo? Tenemos que abrir la mente y el corazón a la influencia del espíritu de Dios, lo cual implica asistir fielmente a las reuniones cristianas y participar en ellas. También deberíamos estudiar con asiduidad la Palabra de Dios y meditar sobre ella, así como dejar que sus principios guíen nuestra relación con el semejante y las decisiones que tomamos. No hay duda de que en tal caso se verá con claridad nuestro adelantamiento.(Gálatas 5:19-21) Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada, 20 idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas, 21 envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.w00 1/5 págs. 19-20 Bodas alegres que honran a JehováEs difícil imaginar una boda triste. Es mucho mayor el peligro de irse al otro extremo y tener una diversión estrepitosa sin ningún tipo de control. En gran cantidad de bodas de personas que no son Testigos se actúa de modos que deshonran a Dios. Por ejemplo, es común que los invitados beban hasta emborracharse. Lamentablemente, esto ha ocurrido hasta en algunas bodas cristianas.La Biblia nos advierte que “el licor embriagante es alborotador” (Proverbios 20:1). La palabra hebrea que se traduce “alborotador” significa “hacer un ruido fuerte”. Si el alcohol puede hacer que una persona se vuelva bulliciosa, imaginémonos sus efectos cuando se juntan muchas y beben demasiado. Obviamente, esas ocasiones pueden degenerar en “borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas”, que en la Biblia se clasifican entre las “obras de la carne”. Quienes practiquen estas cosas y no se arrepientan no heredarán la vida eterna bajo el gobierno del Reino de Dios (Gálatas 5:19-21).Con la palabra griega para “diversiones estrepitosas” se designaba una ruidosa procesión callejera de jóvenes medio borrachos que cantaban, bailaban y tocaban música. Si en una boda el alcohol corre sin medida y hay música fuerte y baile desenfrenado, existe un auténtico peligro de que se convierta en algo parecido a una diversión estrepitosa. En un ambiente como ese, los débiles pueden caer fácilmente en la tentación y entregarse a otras obras de la carne, como “fornicación, inmundicia, conducta relajada, […] [o sucumbir a] arrebatos de cólera”. ¿Qué puede hacerse para impedir que las obras de la carne arruinen la alegría de una boda cristiana? Para contestar esta pregunta, examinemos lo que cuenta la Biblia sobre cierta celebración nupcial.w80 1/1 pág. 14Las traducciones de la Biblia… ¿importa cuál se use?Durante el Sínodo que la Iglesia Anglicana celebró en julio de 1978 surgió una altercación entre los obispos respecto al valor de la popular Good News Bible (Biblia de las buenas nuevas). El obispo de Chichester criticó la traducción diciendo que estaba ‘demasiado llena de paráfrasis,’ y especialmente criticó el modo en que se había traducido la palabra griega sarx en Gálatas 5:19. Sarx significa “carne.” En vez de traducir erga tis sarkos como “obras de la carne,” la Good News Bible parafrasea las tres palabras griegas y atribuye los vicios alistados en Gálatas 5:19-21 simplemente a la “naturaleza humana.” La Versión Popular del Nuevo Testamento (1966) emplea esta misma paráfrasis, “naturaleza humana.” Sin embargo, es interesante que en su edición de 1979 de la Biblia completa se sustituyeron esas palabras por “malos deseos.”Si siguiéramos el pensar expresado en las primeras dos interpretaciones, bien pudiéramos justificar y excusar la conducta no cristiana. ¡Qué fácil sería, pero qué erróneo, culpar a nuestra “naturaleza humana” en vez de a nosotros mismos! En su argumento, Pablo pasa a mostrar (en Gálatas, capítulo 5) qué frutos del espíritu santo de Dios se pueden esperar en la vida cristiana. Sí, a pesar de nuestras tendencias y deseos carnales, podemos cambiar de proceder y producir fruto de la índole del amor, el gozo, la paz y el gobierno de nosotros mismos.(Gálatas 5:22-23) Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley.w03 15/10 pág. 14 párrs. 7-8Suministremos al conocimiento, autodominio7 Aunque el autodominio aparece en el último lugar de la lista de cualidades que produce el espíritu, de ningún modo tiene menos importancia. Al contrario, no debemos olvidar que todas “las obras de la carne” podrían evitarse si ejercitáramos a la perfección esta virtud. Con todo, los seres humanos imperfectos tendemos a caer en alguna forma de “las obras de la carne”, como “fornicación, inmundicia, conducta relajada, idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones [y] sectas” (Gálatas 5:19, 20). Debemos, por lo tanto, oponer constante resistencia y determinarnos a desarraigar de nuestra mente y corazón cualquier tendencia malsana.Algunos tienen una lucha mayor8 Hay cristianos que tienen mayor dificultad que otros en ejercer autodominio por diversas razones, como la educación recibida de pequeños o las vivencias del pasado. Si para alguien no representa ningún reto cultivarlo y manifestarlo, eso es estupendo. No obstante, todos debemos ser compasivos y comprensivos cuando tratamos con aquellos a quienes les supone un esfuerzo dominarse, aun cuando su falta de control nos perjudique de algún modo. En vista de nuestra imperfección, ¿quién tiene razones para adoptar una actitud de superioridad moral? (Romanos 3:23; Efesios 4:2.)w01 1/11 págs. 14-15 párrs. 7-8‘Vistámonos de gran paciencia’7 En el capítulo 5 de su carta a los Gálatas, Pablo contrasta las obras de la carne con el fruto del espíritu (Gálatas 5:19-23). Dado que la gran paciencia es un atributo de Jehová, se origina en él y es un fruto de su espíritu (Éxodo 34:6, 7). De hecho, esta cualidad ocupa el cuarto lugar en la lista de dicho fruto, junto con ‘el amor, el gozo, la paz, la benignidad, la bondad, la fe, la apacibilidad y el autodominio’ (Gálatas 5:22, 23). Por tanto, cuando los siervos de Dios manifiestan la misma paciencia que él tiene, lo hacen influidos por el espíritu santo.8 Ahora bien, lo antedicho no implica que Jehová imponga su espíritu a las personas por la fuerza. Más bien, debemos ceder voluntariamente a su influencia (2 Corintios 3:17; Efesios 4:30). Dejamos que el espíritu actúe en nuestra vida al cultivar sus frutos en todo lo que hacemos. Tras enumerar las obras de la carne y el fruto del espíritu, Pablo añadió: “Si estamos viviendo por espíritu, sigamos andando ordenadamente también por espíritu. No se extravíen: de Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará; porque el que esté sembrando con miras a su carne, segará de su carne la corrupción; pero el que esté sembrando con miras al espíritu, segará del espíritu vida eterna” (Gálatas 5:25; 6:7, 8). Para que logremos cultivar la gran paciencia, también tenemos que cultivar el resto del fruto que el espíritu santo produce en los cristianosw76 15/10 pág. 622 Pablo insta a los gálatas: ‘Estén firmes en la libertad cristiana’Pablo les muestra a los cristianos que tienen una ayuda para no abusar de su libertad: “Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal.” ¿Cuáles son esos deseos carnales? Pablo los llama las “obras de la carne” y enumera dieciséis de ellas, entre ellas fornicación, inmundicia y conducta relajada, y agrega también “y cosas semejantes a éstas.” “Los que practican tales cosas,” advierte, “no heredarán el reino de Dios.” En contraste con todo eso está el fruto del espíritu, que comprende “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo.” Obviamente, “contra tales cosas no hay ley”; ¡no hay límite para la cantidad del fruto cristiano del espíritu que se nos permite llevar!—Gál. 5:16-23.(Gálatas 5:26) No nos hagamos egotistas, promoviendo competencias unos con otros, envidiándonos unos a otros.w05 1/6 págs. 15-16 párrs. 6-7 – Salvados por bondad inmerecida, y no por obras solamente6 Con razón la Biblia insta a los cristianos: “No nos hagamos egotistas, promoviendo competencias unos con otros, envidiándonos unos a otros” (Gálatas 5:26). El apóstol Juan dijo lo siguiente sobre un hermano en la fe que por lo visto había caído víctima de esta clase de espíritu: “Escribí algo a la congregación, pero Diótrefes, a quien le gusta tener el primer lugar entre ellos, no recibe nada de nosotros con respeto. Por eso, si voy, traeré a memoria sus obras que sigue haciendo, charlando acerca de nosotros con palabras inicuas”. ¡Qué situación más lamentable para un cristiano! (3 Juan 9, 10.)7 Por supuesto, no es realista pensar que el cristiano puede evitar por completo todo tipo de actividad competitiva. Por ejemplo, tal vez su oficio lo lleve a competir en sentido económico con otros individuos o empresas que proporcionen los mismos bienes o servicios que él. Pero aun en esos casos, el cristiano tiene que manifestar respeto, amor y consideración en sus negocios. Debe desechar las prácticas ilegales o poco cristianas y evitar que lo caracterice una actitud competitiva y despiadada. Tampoco ha de pensar que lo más importante en la vida es ser el número uno, cualquiera que sea la actividad que lleve a cabo. Y si esto es así en el plano seglar, ¡cuánto más lo será en el ámbito espiritual!(Gálatas 6:1-2) Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso* antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar # a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado. 2 Sigan llevando las cargas ? los unos de los otros, y así cumplan la ley del Cristo.Notas a pie de página: *Lit.: “algún caer al lado”. # O: “restablecer a la posición apropiada; poner en debida alineación”.? O: “cosas que causan dificultad”. Lit.: “cosas pesadas”. Gr.: bá·re.w03 1/4 págs. 24-25 párrs. 15-17 – Despleguemos “toda apacibilidad para con todos los hombres”15 El deber de ayudarnos mutuamente no se limita a los momentos en que peligra la paz y unidad de la congregación. Mucho antes de que se produzca tirantez en las relaciones, los hermanos precisan orientación amorosa. “Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre”, exhortó Pablo, quien luego especificó cómo hacerlo: “Con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1). No siempre es fácil conservar el “espíritu de apacibilidad”, en particular porque todos los cristianos, incluidos los que han recibido un nombramiento, luchamos contra tendencias pecaminosas. No obstante, si el reajuste se efectúa con apacibilidad, será más soportable para quien se está descarriando.16 El término para “reajustar” que se emplea en el original griego significa también realinear o restituir a su lugar los huesos rotos, procedimiento que es doloroso. El buen médico tranquiliza al paciente mencionándole los beneficios de tratar así la fractura. Con la calma que transmite lo reconforta, y con unas pocas palabras previas hace más llevaderas las mayores incomodidades. De igual modo, el reajuste espiritual puede ser doloroso, pero la apacibilidad lo hace más tolerable, ya que restaura la concordia y facilita que la persona aconsejada modifique su manera de actuar. Aun si se resiste inicialmente, la apacibilidad del consejero pudiera quebrantar la indisposición a seguir la sana guía de las Escrituras (Proverbios 25:15).17 Quien ayuda a una persona a reajustarse se arriesga siempre a que esta malinterprete como crítica su consejo. Un escritor afirma que “nunca existe tanto peligro de adoptar aires de superioridad —y por ende nunca es tan necesaria la mansedumbre— como cuando corregimos al prójimo”. Cultivar la apacibilidad que nace de la humildad permitirá que el consejero cristiano eluda este peligro.
w03 15/10 pág. 17 párrs. 15-16Suministremos al conocimiento, autodominio15 Nunca quisiéramos juzgar mal a un hermano porque alguna vez no haya manifestado la personalidad cristiana. Resulta alentador saber que Jehová no solo se da cuenta de nuestros fallos, sino también de las muchas ocasiones en que no le hemos fallado, aunque esto a nuestros hermanos les haya pasado desapercibido. Son muy reconfortantes las palabras de Salmo 130:3: “Si errores fuera lo que tú vigilas, oh Jah, oh Jehová, ¿quién podría estar de pie?”.16 Para complacer a Jehová, todos tenemos que cultivar el autodominio; pero no estamos solos: contamos con el apoyo de nuestros hermanos. Aunque cada uno ha de llevar su carga de responsabilidad, se nos exhorta a ayudarnos mutuamente a superar las debilidades (Gálatas 6:2, 5). Debemos estimar al padre, cónyuge o amigo que nos impide acudir a lugares indebidos y ver o hacer algo impropio, pues está contribuyendo a que cultivemos el autodominio, es decir, la capacidad para decir que no y obrar en consecuencia.km 2/76 pág. 1 párr. 2 ¿Está usted progresando?2 ¿Qué hay de nosotros como individuos? ¿Estamos en marcha, progresando, con la organización? Eso ciertamente es lo que todos nosotros deseamos hacer. (1 Tim. 4:15) Si nos estamos asociando desde hace poco, esto significa esforzarnos por alcanzar la madurez cristiana. “Madurez” viene de una palabra griega que significa cabalmente desarrollado, completo. Incluye el aceptar la verdad cristiana en todos sus aspectos. Significa el no abstenerse de manera alguna en lo que tiene que ver con la adoración pura. También envuelve experiencia, es decir, ‘por medio del uso entrenar las facultades perceptivas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto.’ (Heb. 5:14) Los que son maduros no están siempre pidiendo que alguien tome las decisiones que ellos saben que deben tomar por sí mismos. (Gál. 6:5) Pero, ¿significa esto que una persona madura conoce todas las respuestas? No. La persona que es madura continúa aprendiendo y aplicando la Palabra de Dios a su vida. Por lo tanto, la madurez, en vez de marcar el fin del progreso, facilita el progresar o continuar adelantando con la organización de Jehová.(Gálatas 6:7) 7 No se extravíen: de Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará;cl cap. 26 págs. 267-268 párrs. 18-21Un Dios “listo para perdonar”18 ¿Se desprende de la actitud perdonadora de Jehová que el arrepentido queda exento de todas las consecuencias de su mala conducta? De ninguna manera. No podemos pecar con impunidad. Pablo escribió: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará” (Gálatas 6:7). Por tanto, quizá tengamos que afrontar algunas repercusiones de nuestros actos. Sin embargo, esto no quiere decir que, después de absolvernos, Dios haga que suframos penalidades. Cuando estas surjan, los cristianos no deberían creer que él los está castigando por sus faltas del pasado (Santiago 1:13). Por otro lado, él no nos resguarda de todos los efectos de nuestros errores. Entre las secuelas ineludibles figuran divorcios, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y la pérdida de la confianza o el respeto. No olvidemos que aunque Jehová perdonó a David las transgresiones cometidas en el caso de Bat-seba y Urías, no lo amparó de las calamidades consiguientes (2 Samuel 12:9-12).19 Los pecados también tienen otras consecuencias, sobre todo si perjudican a alguien más. Por ejemplo, el capítulo 6 de Levítico recoge la estipulación de la Ley mosaica en el siguiente caso: un israelita comete un grave delito al apropiarse con robo, extorsión o fraude de bienes ajenos; no obstante, dado que solo se dispone de su palabra contra la del acusador, al principio niega ser culpable y hasta se atreve a confirmarlo jurando en falso. Aunque al final termina confesando debido al remordimiento, para obtener el perdón de Dios, ha de dar tres pasos más: devolver los artículos, pagar a la víctima un recargo equivalente al 20% del valor de lo sustraído y presentar un carnero como ofrenda por la culpa. La disposición concluye: “El sacerdote tiene que hacer expiación por él delante de Jehová, y así tiene que serle perdonado” (Levítico 6:1-7).20 Esta ordenanza divina era muy misericordiosa. Beneficiaba tanto a la víctima, que recobraba lo suyo y veía, con alivio, que se admitía el delito, como al pecador que, movido por su conciencia, reconocía al fin la ofensa y la corregía. De hecho, a menos que actuara así, no tendría el perdón de Dios.21 Aunque la Ley mosaica ya no está vigente, nos permite comprender mejor los criterios de Jehová, incluida su actitud con respecto al perdón (Colosenses 2:13, 14). A él le complace que hagamos lo posible por corregir los errores que hayan perjudicado a otra persona (Mateo 5:23, 24). Para ello tal vez tengamos que admitirlos, reconocer la culpa e incluso ofrecer nuestras excusas a la víctima. Luego debemos acudir a Dios en virtud del sacrificio de Cristo. De este modo nos sentiremos seguros de haber recibido Su perdón (Hebreos 10:21, 22). (Gálatas 6:8) 8 porque el que esté sembrando con miras a su carne, segará de su carne la corrupción; pero el que esté sembrando con miras al espíritu, segará del espíritu vida eterna. . .w95 15/6 pág. 31 Preguntas de los lectoresSegún Gálatas 6:8, “el que esté sembrando con miras a su carne, segará de su carne la corrupción; pero el que esté sembrando con miras al espíritu, segará del espíritu vida eterna”. ¿A qué se refiere aquí el término “espíritu”, y cómo podemos segar así la vida?Los términos hebreo y griego que se traducen “espíritu” tienen varios significados; pueden referirse a 1) la fuerza activa de Dios, 2) la fuerza de vida del hombre o de los animales, 3) la fuerza mental dominante de una persona y 4) un ángel o ser espiritual. Gálatas 6:8 alude al primero de estos significados: la fuerza activa de Dios.Examinemos el contexto. Es en Gálatas 3:2 donde aparece por primera vez en ese libro la palabra “espíritu”. Pablo pregunta a los cristianos: “¿Recibieron ustedes el espíritu debido a obras de ley, o debido a oír por fe?”. Más adelante, en Gálatas 3:5, relaciona dicho “espíritu” con la realización de obras poderosas. Por lo tanto, se deduce que “el espíritu” al que se refería era el espíritu santo, la fuerza activa invisible de Dios.Posteriormente, en Gálatas 5:16, Pablo contrasta el espíritu con la carne. Leemos: “Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal”. Al decir “deseo carnal”, se refería a la carne humana pecaminosa. Por eso, en Gálatas 5:19-23 hace una lista de “las obras de la carne” contrastadas con “el fruto del espíritu”.Por lo tanto, la persona que está “sembrando con miras a su carne”, mencionada en Gálatas 6:8, debe ser aquella que se deja llevar por los deseos humanos pecaminosos y cede a “las obras de la carne”. Puede que experimente los efectos corruptores de dicha conducta, y si no cambia, no conseguirá de ningún modo la vida en el Reino de Dios ni bajo su gobernación. (1 Corintios 6:9, 10.)Como somos cristianos dedicados, nuestro deseo debe ser ‘sembrar con miras al espíritu’. Ello supone vivir de una manera que permita al espíritu santo obrar con toda libertad en nuestra vida, ayudándonos a producir su fruto. Debemos tener presente este hecho al decidir qué vamos a leer o qué programas de televisión vamos a ver. Sembramos con miras al espíritu cuando prestamos atención en las reuniones y nos esforzamos por seguir el consejo de los ancianos nombrados por el espíritu. (Hechos 20:28.)Es interesante que la parte final de Gálatas 6:8 nos asegura que si sembramos en armonía con el espíritu santo, podremos ‘segar del espíritu vida eterna’. Así es, en virtud del sacrificio de rescate de Cristo, Dios nos prolongará la vida eternamente mediante la acción del espíritu santo. (Mateo 19:29; 25:46; Juan 3:14-16; Romanos 2:6, 7; Efesios 1:7.)(Gálatas 6:9-10) 9 Así es que no desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos. 10 Realmente, pues, mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con [nosotros] en la fe.w07 15/9 págs. 29-30 párrs. 15-16¿De qué maneras practicamos la misericordia?15 La carta de Santiago se centra en la misericordia entre cristianos. Pero eso no quiere decir que solo debamos demostrar esta cualidad con nuestros hermanos en la fe. Notemos que “Jehová es bueno para con todos, y sus misericordias están sobre todas sus obras” (Salmo 145:9). Dado que tenemos la obligación de ser “imitadores de Dios”, es preciso que nosotros también “obremos lo que es bueno para con todos” (Efesios 5:1; Gálatas 6:10). Y aunque es cierto que no amamos “ni al mundo ni las cosas que están en el mundo”, no somos insensibles a las necesidades de la gente del mundo (1 Juan 2:15).16 Los cristianos no dudamos en ayudar en la medida de lo posible a quienes se encuentran en apuros, sea por algún “suceso imprevisto” o por otras razones (Eclesiastés 9:11). Claro, son nuestras circunstancias individuales las que determinan qué cosas podemos hacer y hasta qué grado (Proverbios 3:27). Además, cuando brindamos ayuda material, tenemos mucho cuidado, pues, incluso con la mejor intención del mundo, pudiéramos fomentar la pereza sin darnos cuenta (Proverbios 20:1, 4; 2 Tesalonicenses 3:10-12). Este hecho nos muestra que, si queremos realizar una verdadera obra de misericordia, tenemos que equilibrar los sentimientos de ternura y compasión con una actitud de prudencia y buen juicio.w04 15/8 págs. 25-26 párrs. 19-20Nos cansamos, pero no desfallecemos19 Según una opinión muy difundida, la práctica regular de ejercicio físico vigoroso alivia el cansancio. De igual modo, la participación constante en las actividades espirituales mitiga cualquier sensación de agotamiento emocional o espiritual. La Biblia exhorta: “No nos cansemos de obrar el bien; que a su debido tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos. Por tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe” (Gálatas 6:9, 10, Biblia de Jerusalén Latinoamericana). Observemos las expresiones “obrar el bien” y “hagamos el bien”. Ambas denotan acción de nuestra parte. En efecto, beneficiar a otras personas con nuestros actos impedirá que desfallezcamos en el servicio a Jehová.20 En cambio, relacionarnos y hacer cosas con quienes no obedecen las leyes divinas puede convertirse en una carga agotadora. La Biblia advierte: “Lo pesada que es una piedra y una carga de arena… pero la irritación por alguien tonto es más pesada que ambas” (Proverbios 27:3). Si deseamos vencer los sentimientos de desánimo y fatiga, haremos bien en alejarnos de los pesimistas que andan siempre buscando faltas y criticando a los demás.