Relevancia de la autonomía de la voluntad o voluntad anticipada

Hugo Marcucci

Días atrás se conoció un nuevo caso de un paciente que falleció porque se negó a recibir una transfusión de sangre por motivos religiosos, luego de haber sufrido un accidente de tránsito. Específicamente nos referimos a la muerte del Testigo de Jehová ocurrida en la ciudad de Rosario en el mes de febrero cuando su esposa impidió que el mismo reciba el tratamiento que le indicaban los médicos para salvarle la vida, esgrimiendo argumentos o razones bíblicas, mientras la hermana del paciente presentaba un amparo judicial para solicitar la realización del procedimiento sugerido, que concluyó en una orden judicial tardía.

Es preciso recordar que el paciente había dejado una directiva anticipada para no ser transfundido y los médicos actuaron conforme al mismo, siendo su esposa quien presentó ante las autoridades del Hospital donde fue atendido, un documento firmado por él con anterioridad al accidente de tránsito, en el que se expresaba que se negaba a recibir transfusiones de sangre fundado en cuestiones religiosas. Lo que no trascendió públicamente fue la cuestión relacionada con el cumplimiento de las formalidades que necesariamente deben reunir esta clase de instrumentos.

El hecho generó polémica y abrió el debate en torno a los derechos a elegir de cada persona, que involucran en este caso los derechos de los pacientes y los deberes de los profesionales, el derecho a la libertad de culto o creencia religiosa y el derecho a la vida, entre otros. Sin dudas estamos ante una temática muy sensible, debido a que se trata de actos de carácter personalísimos inherentes a todo ser humano, como el libre ejercicio de la autonomía personal, el respeto a la libertad individual y a la autodeterminación, derechos todos de raigambre constitucional y reconocidos en diversos tratados y convenciones internacionales.

El derecho de todo paciente a decidir sobre su propia salud fue receptado legislativamente a partir del año 2009, por medio de la Ley Nacional Nº 26.529 sobre Derechos del paciente, historia clínica y consentimiento informado, que enumera las facultades que tiene el paciente de decidir sobre su cuerpo y sobre su salud y están tipificadas como derecho a la asistencia médica, al trato digno y respetuoso, a la intimidad, a la confidencialidad, a la información sanitaria, a la interconsulta médica y a la autonomía de la voluntad, reconociéndose expresamente en su artículo 11º el derecho de las personas a otorgar directivas anticipadas en este ámbito.

En tanto que a nivel provincial la reciente Ley Nº 13.166 sobre Enfermos Terminales, en su art. 3º instituye: “… c)- Asegurar la autonomía y el respeto a la dignidad del paciente, cuando su capacidad para tomar decisiones lo permita y no atente contra principios legales o éticos; g)- Asegurar el respeto del derecho del paciente a recibir o rechazar el tratamiento.”

Es decir que antes de la sanción de estas leyes, cada vez que se presentaba un conflicto entre médicos y pacientes, era la Justicia la que decidía; en la actualidad la realidad es distinta, ya que se reconoció la “autonomía de la voluntad” de los ciudadanos para “aceptar o rechazar determinadas terapias’.

Con ellas se tutela la libertad de conciencia y el derecho de todo individuo a negarse a hacer lo que no obliga la ley, si bien las “directivas anticipadas” tienen una limitación, y es que lo requerido por el paciente no implique desarrollar prácticas eutanásicas, en virtud de que no es legal en nuestro país.

Importancia de las directivas anticipadas

.Ante la existencia de este tipo de circunstancias entendemos que es fundamental que toda persona conozca que tiene derecho a decidir en forma anticipada por medio de los llamados actos de autoprotección, cuestiones relativas a su propia vida, no solo cuando la salud se encuentra en juego sino en todo lo relativo a su persona, sea de carácter patrimonial o extrapatrimonial.

Pero ¿qué son los actos de autoprotección? Son aquellas declaraciones de voluntad unilaterales que realiza una persona con carácter vinculante para familiares o terceros, que se realizan como un medio de protección frente a eventuales supuestos de incapacidad, pérdida del discernimiento o disminución de las aptitudes físicas o psíquicas, sea de manera permanente o transitoria, que le impidan expresarse por sí misma. Estas decisiones pueden referir tanto a la administración y disposición de bienes, como a cuestiones relacionadas con la salud, la vejez, la calidad de vida, la dignidad, la dirección de su propia persona, etc., siempre que las mismas no contradigan el orden público legal.

Estos actos se sustentan en derechos reconocidos constitucionalmente, tales como el derecho a la vida, a la autonomía, a la dignidad, a decidir sobre su propio cuerpo, a la intimidad, a la igualdad y a la libertad. En tal sentido, versa en el Preámbulo de nuestra Constitucional Nacional que ‘se deben asegurar los beneficios de la libertad…’; el art. 19 sostiene que ‘las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están solo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados. Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni privado de los que ella no prohíbe’. De este modo con la reforma del año 1994, se fortaleció la constitucionalidad de este instituto al reconocer la jerarquía constitucional de diversos Tratados y Convenciones Internacionales de Derechos Humanos, instrumentos todos que convalidan la primacía de la vida humana y que instituyen los principios que dan sustento jurídico al derecho de toda persona de decidir cómo vivir su propia vida, a expresarlo en forma segura e indubitable a través de directivas anticipadas o actos de autoprotección.

Siguiendo estos preceptos, elaboramos en el año 2009 en forma conjunta con el Colegio de Escribanos de la Provincia de Santa Fe, dos proyectos de ley que se presentaron en la Cámara de Diputados (Exptes. Nº 22.157 y 22.192), por medio de los cuales se persiguió el reconocimiento legislativo del Registro de Actos de Autoprotección, que ya fue creado y funciona en la órbita del Colegio en ambas Circunscripciones, por un lado, y la modificación del C.P.C.C.S.F. por otro, a fin de que los jueces que entiendan en cuestiones relativas a la declaración y cesación de incapacidad o designación de tutela o curatela, libren oficio a este Registro para que les informe sobre la existencia de alguna disposición o estipulación de voluntad anticipada emitida por la persona involucrada, lo que indudablemente facilitará la tarea judicial en caso afirmativo, ya que deberá darse prioridad a lo manifestado por la persona. Ambos proyectos perdieron estado parlamentario por lo que son nuevamente presentados este año.

Entendemos que la instrumentación de las declaraciones de autoprotección deben efectuarse necesariamente ante escribano público, en el convencimiento de que la escritura pública es el instrumento más idóneo, no sólo porque le otorga fe pública al acto en cuestión, sino que le da autenticidad, matricidad, fecha cierta y esencialmente garantiza con el asesoramiento la correcta comprensión del alcance del acto que se otorga.

Creemos profundamente que es necesaria una reforma legislativa que recepte el derecho de todo ciudadano al más íntimo ejercicio de su libertad, no solo en relación a cuestiones de salud, sino a todos los aspectos que quiera proyectar respecto de su persona, reconociéndole la posibilidad de planificar o decidir por sí mismo, así como vivir y sobrellevar situaciones adversas que imposibiliten el pleno desarrollo de su ser, ante cualquier eventualidad. Ello, que no es más que el reconocimiento de la facultad de autodeterminación individual, si es ejercido con todos los recaudos legales, garantiza la certeza y seguridad jurídica que estos actos requieren, por un lado, y la debida publicidad y reserva, por el otro, despejando toda duda respecto de la validez o no de esta clase de manifestaciones.

Fuente: http://www.ellitoral.com/

Material inédito sobre la cirugía sin sangre en Argentina

Como es habitual en él, Roberto nos envía el siguiente correo:

 

Queridos hermanos:
Me siento muy feliz por colabor con un granito de arena para todos aquellos que nos beneficias del blog tjutil. Ustedes publicaron el artículo que les envié sobre las fotos de Japón de antes y despues del terremoto y maremoto.
Ahora quiero contarles de buena fuente sobre la cirugía que se efectuó en Trelew a 1500 kilómetros de la Capítal Federal de Argentina, Buenos Aires.
Aca tenemos un hermano muy capacitado, además de que somos amigos, él mi apoderado de la salud y de mi esposa y yo lo soy para él y su esposa, como segundo apoderado en los 4 casos.
Es licenciado en enfermería, además perfusionista, tiene una cátedra que da a médicos y enfermeros sobre recuperación cardíaca, experto en el tratamiento de anemia y hace poco compró dos maquinas del tipo cell-saver desde los EE.UU,  por supuesto usadas pero reacondicionadas a nuevas.
Aquí en Buenos Aires hay una especie de monopolio sobre la contratación de la máquina en cuestión, por eso aunque se endeudó, las compró para ser utilizadas con hermanos, tiene tres presupuestos, uno con el uso de los dos filtros, otro con el uso de un solo filtro y otro si tiene que llevarla y no se utiliza, pero con la ventaja para los hermanos de pagar el importe en 5 cuotas.
Losa demás cobran hasta el doble de lo que él utilizando todo o nada, y es al contado.
Personalmente fuimos a recibir y con mi vehiculo trajimos la segunda máquina, más maneable.
Para esta cirugía en cuestión volvimos a cargarla en mi auto y llegamos a la terminal de micros (Aca tiene el nombre de Retiro) y esperé para que salga el micro y despedirlo, eso fue un miercoles a la noche y para el sábado (4 días después volvi a la terminal para trasladarlo a su hogar.
Me conto sobre la cirugía, dijo haberse encontrado con el cirujano que iba a operar a nuestro hermano y él lo conocía desde sus comienzos en la Fundación Favaloro, nombre que se le dió mientras vivía este gran cirujano que se quitó la vida porque motivos económicos y que el gobierno de ese entonces no lo ayudó.
Quiero comentarles que era la primera cirugía que hacía este cardiocirujano a un testigo y con las técnicas que nosotros utilizamos.
Además de utilizar la máquina cell-saver, el hermano (Roberto Villagarcia) utilizó también «hemodilusión» el sistema extracorporeo que se caracteriza por perder menos globulos rojos, ya que al sacar del sistema circulatorio sangre que se va almacenando en recipientes y todo unido al cuerpo, por eso lo extracorporio, introduce espansores, y al terminar la cirugía, envía por el torrente sanguíneo la sangre que estaba en el circuito extracorporio.
Para mi entender, es más experto en utilizar esta técnica en el país.
Actualmente trabaja en dos hospitales, los fines de semana en transplante hepático en el hospital Argerich de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y durante la semana en Unidad Coronaria del hospital Perón de la ciudad de Avellaneda zona que pertene al Gran Buenos Aires, o fuera de la Capital Federal.
Yo soy un paciente de este último hospital y en el año 2003 me realizaron una cirugía de corazón abierto con el sistema del cell-saver, por quién en ese entonces era el director de cardio cirugía, el doctor Jorge Tainini, él y su equipo, operaron a más de 300 testigos en un 99% con éxito en la cirugia sin sangre. Para ellos fue maravilloso porque aprendieron técnicas gracias a nuestra posición. Hoy ya no está en la cirugía porque es el director de  todo el Hospital llamado Perón, nombre de un expresidente de la nación fallecido en 1974.
Volviendo a mi caso personal, entre muy bien al quirofano con 44,5 de hematocrito y con la cirugía a corazón abierto salí con 40. Y hasta me recupere mucho antes de los que habían sido operados antes que yo, a los 5 días ya estaba caminando para afuera del hospital y subirme a un vehículo que me iba a trasladar.
Queridos hermanos les adjunto el material inedito que les puse en el titulo, ya que diario local se encargó de escribir, poner fotos y entrevistar al médico que realizó la misma, se los envío en tres archivos pdf.

Con todo cariño y amor cristiano
Roberto

Fotos del terremoto de Japon

Roberto nos envía el siguiente correo con un enlace a varias fotos que merece la pena ver.

 

Recibí este mail con un link para poder comparar como dice abajo Japón antes y después del tsunami.
Espero que puedan comprender el terrible daño que provocó el terremoto y el maremoto después.
Cariños para todos.
Roberto


En cada foto van a encontrar una línea central con una rayita azul: hagan click en esa rayita y mantengan apretado el botón del mouse para poder correrla a ambos lados.

Si la corren a la DERECHA, verán la foto correspondiente a esa zona de Japón ANTES del  Tsunami.

Si la corren a la IZQUIERDA, verán la foto de la misma zona DESPUÉS del Tsunami.

http://www.nytimes.com/interactive/2011/03/13/world/asia/satellite-photos-japan-before-and-after-tsunami.html?src=tptw

La cirugía sin sangre también es vida

• La aplicación de estas técnicas, que comenzaron a investigarse hace muchos años en los Testigos de Jehová, quienes rechazan las transfusiones de sangre por razones religiosas, está produciendo unos resultados sorprendentes, hasta el punto de que miles de facultativos en el ámbito mundial han hecho suya la cita de Viele y Weiskopf en el artículo: «¿Qué nos enseñan acerca de la necesidad de transfundir los pacientes que rechazan la transfusión?».

La frase «la sangre es vida» se ha repetido hasta la saciedad, una aseveración que lleva a muchos a concluir que no utilizar dicho fluido como tratamiento médico equivale a la muerte del paciente.
En cambio, en los últimos años se constata una creciente sensibilización social en relación con los inconvenientes de la transfusión. Por ejemplo, ya en 1996 una encuesta Gallup realizada en Canadá mostró que el 89% de los encuestados preferirían otra alternativa a la transfusión de sangre, aún cuando esta se considerara necesaria durante el acto quirúrgico.
En la actualidad, las personas informadas no siempre aceptan una transfusión de sangre, pues existe una lógica preocupación por las consecuencias que pudieran derivarse de ella. No es para menos ya que, si bien las transfusiones resultan hoy más seguras que antes, lo cierto es que no se deben pasar por alto los riesgos evidentes que conllevan, algunos ya ampliamente conocidos, como: transmisión de graves enfermedades infecciosas, reacciones transfusionales, o alteraciones del sistema inmunológico, y otros quizás aún por conocer.
La preocupación de los profesionales de la salud debe estar centrada en dar a los pacientes la mejor atención médica y la cirugía más segura, de más calidad. Por eso la medicina moderna se ocupa, con creciente intensidad, en resolver este problema, atendiendo a la demanda de la gente y ofreciendo la posibilidad de una cirugía libre de los efectos perjudiciales y riesgos potenciales de la sangre y sus derivados.
De hecho, en las revistas médicas más prestigiosas proliferan artículos sobre técnicas de ahorro hemático, y se suceden con inusitada frecuencia congresos y simposios sobre cirugía sin sangre, que están generando en la clase médica un interés creciente. Es evidente que algo está cambiando en la manera de entender la praxis médica en este campo. Un principio que parecía inamovible hace sólo unos años “la sangre es vida”, se está tornando hoy día en: “vida más segura, sin transfusión de sangre”.
Convendría aclarar a qué nos referimos al hablar de cirugía o tratamiento médico sin sangre, y también qué alternativas ofrece la medicina moderna para paliar el uso de sangre o hemoderivados.
Cirugía sin sangre. El concepto se utiliza con frecuencia en la literatura quirúrgica, y se aplica a una gran variedad de procedimientos destinados a prevenir las pérdidas sanguíneas y minimizar o suprimir la transfusión. Es decir, un conjunto de estrategias que aplicadas de forma combinada o aisladamente evitan el uso de sangre y hemoderivados. Para conseguir dicho objetivo, se siguen tres líneas de actuación: 1) reducir al máximo las pérdidas, 2) rentabilizar la propia sangre del paciente mediante técnicas quirúrgicas y anestésicas adecuadas, y 3) utilizar sustancias farmacológicas que estimulen la producción endógena de sangre (hematopoyesis).
Alternativas. Algunas de las alternativas que se están utilizando son las siguientes:
Instrumentos quirúrgicos hemostáticos, tales como el electrocauterio, bisturí ultrasónico o el coagulador de rayo argón, que reducen la hemorragia y contribuyen a una menor manipulación de los tejidos. También existen agentes hemostáticos tópicos.
Autotransfusión, la reutilización de la propia sangre del individuo; ya sea mediante técnicas de hemodilución (extracción de sangre y sustitución del volumen extraído por soluciones expansoras en el momento de comenzar la intervención) o de recuperación del foco hemorrágico durante o inmediatamente después de la intervención, para ser reinfundida al paciente mediante máquinas especiales.
Expansores del plasma, fluidos sintéticos que pueden transfundirse como sustitutos temporales de la sangre para mantener el volumen plasmático, la presión, y mejorar la circulación.
Eritropoyetina, versión biosintética de una hormona humana natural que estimula la producción de glóbulos rojos.
Fármacos antifibrinolíticos, como el ácido tranexámico y épsilon aminocaproico, que reducen la hemorragia durante y después de una intervención quirúrgica, actuando tanto en la función plaquetaria como en la coagulación y la fibrinolisis.
Compuestos de hierro, ácido fólico, vitamina B12 y otras sustancias necesarias para la formación de las células sanguíneas.
Soluciones transportadoras de oxígeno. Sustituyen la capacidad de la sangre para transportar el oxígeno a los tejidos.
La aplicación de estas técnicas, que comenzaron a investigarse hace muchos años en los Testigos de Jehová, quienes rechazan las transfusiones de sangre por razones religiosas, está produciendo unos resultados sorprendentes, hasta el punto de que miles de facultativos en el ámbito mundial han hecho suya la cita de Viele y Weiskopf en el artículo: «¿Qué nos enseñan acerca de la necesidad de transfundir los pacientes que rechazan la transfusión?». Los autores mencionan que las técnicas aprendidas en el tratamiento de estos pacientes sirven de paradigma para tratar óptimamente a los demás pacientes quirúrgicos .
En la actualidad, ya existen en el mundo mas de doscientas unidades de cirugía sin sangre. A este respecto, la revista médica Jano hace ya algunos años publicó un artículo titulado «¿Hacia una medicina sin Transfusiones?». En él se explicó que en Estados Unidos ya existían entonces cerca de cien centros hospitalarios con programas de medicina y cirugía sin sangre o hemoderivados. Su número ha crecido tanto en los últimos 5 años que ya cuentan con una organización propia: la Asociación Nacional de Medicina sin Sangre (NABS).
En España, algunos de los grandes cirujanos, como mi amigo el Dr. Juan Manuel Revuelta, Jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, comparten hoy estas iniciativas. El Dr. Revuelta ha escrito: «Desde hace unos años venimos interviniendo quirúrgicamente a pacientes con patología cardiovascular compleja sin utilización de hemoderivados, en los que hemos podido demostrar resultados tan satisfactorios como con el resto de nuestros pacientes. De hecho, raramente utilizamos hemoderivados, gracias a este programa que iniciamos con los testigos de Jehová».
Una nota de prensa que leí hace unos días informaba que en el hospital La Paz de Madrid, se vienen aplicando desde 1998 varios programas de ahorro de sangre con los que se ha conseguido una reducción efectiva en el consumo de hemoderivados. En intervenciones de columna se ha conseguido reducir notablemente las unidades transfundidas, incluso alcanzando una tasa transfusional del 0% en operaciones de prótesis de rodilla.
Uno de los colectivos que más se ha beneficiado de estas técnicas son los testigos de Jehová quienes, por razones religiosas, se han negado desde hace mucho tiempo a recibir transfusiones de sangre, cuando casi nadie dudaba de sus múltiples beneficios. ¿Porqué? ¿Qué les motiva a tomar esta decisión?
Hace miles de años la Biblia ya hablaba de esta objeción. Sorprende encontrar en ella más de 300 referencias a la sangre, a la que se le da un valor sagrado. Por esta razón el mandato divino “Absténganse de… sangre” se deja traslucir claramente a lo largo de las Escrituras en textos como Génesis 9:4, Levítico 17:13,14 ó Hechos 15: 28,29. Esta norma ya fue comprendida y respetada por los cristianos primitivos. Como relata Tertuliano, un teólogo latino del siglo III quien, señalando el contraste entre las prácticas de los romanos y las de los cristianos respecto a la sangre, dijo: “Deberíais avergonzaros de vuestro error en relación a los cristianos, que ni siquiera la sangre de los animales tomamos en los convites […]. Para tentar a los cristianos, queriendo desviarlos de su camino, les presentáis morcillas llenas con sangre, certísimos de que no les es lícito tomarlas. ¿Cómo hay que entender, pues, que creáis que ansían sangre humana los que confesáis aborrecen sangre de bestia?”.
Hoy en día los testigos de Jehová, cristianos para quienes la Biblia sigue teniendo gran importancia en la vida, continúan poniendo en práctica los consejos que ésta contiene, no sólo en lo relativo a este tema, sino también a otros como la neutralidad en los asuntos bélicos y políticos, el amor al prójimo, o las altas normas morales, a pesar de no ser muy populares en los tiempos que corren.
Desde luego, todo esto obliga a pensar en la importancia de ser humildes, saber escuchar, y respetar “al otro”. Me viene a la mente lo que escribió el profesor de derecho Charles Baron, de la Boston Law School: “La labor de las minorías que luchan por sus derechos a menudo ha beneficiado a la gente en general. En este tiempo, cuando el sida y otras enfermedades transmitidas por la sangre son una auténtica amenaza, la labor de los testigos de Jehová a la hora de promover cirugía sin sangre y otras técnicas médicas sin sangre ha beneficiado a todos los pacientes. Merecen nuestro agradecimiento”.
Dr. Javier Bárcena Barros, colegiado número 50.949 de Madrid

FUENTE: http://revistatara.com/

El hombre de la operación de corazón participó de una reunión religiosa

Asombrosa recuperación del Testigo de Jehová.

De vuelta al ruedo. Tras su operación, Jorge Antelaf volvió a su fe.

Para algunos fue sorprendente. Es que después de ser reoperado del corazón hace dos semanas sin recibir donaciones de sangre, Jorge Antelaf, participó de una asamblea de testigos de Jehová en Puerto Madryn el fin de semana.
El caso fue publicado en exclusiva por Jornada y generó repercusión en el ambiente local. El practicante fue intervenido en el Instituto Cardiovascular “Pueblo de Luis” y la operación se extendió por 5 horas. Médicos formados en la Fundación Favaloro fueron quienes realizaron la cirugía. “Es increíble la recuperación que tuvo Jorge,” destacó uno de los allegados a la familia.
Antelaf fue operado por primera vez en 1993 en Buenos Aires. En aquella oportunidad los médicos que participaron de aquella intervención le anticiparon que en 20 años debería ingresar al quirófano nuevamente. Y así lo hizo. El testigo de Jehová fue reoperado, pero sin dadores de sangre, ya que su religión no se lo permite. Tras 5 horas en la sala, el hombre salió airoso de una nueva cirugía a corazón abierto.
Antelaf, después de una semana de recuperación, volvió a la iglesia. Y en compañía de su esposa Cristina, le rezó a Díos. #

FUENTE:http://www.diariojornada.com.ar

Trelew: operación a corazón abierto sin dadores de sangre

Se trata de un paciente que, por cuestiones religiosas, no recibe transfusiones. Fue en febrero pasado. Nunca se había hecho algo similar en la ciudad. La práctica quirúrgica la realizó un equipo de la Fundación Favaloro.

Después del quirófano. Antelaf y Cristina, en una sala común, tras cinco horas de una operación compleja.

Cuando la ciencia es bien aplicada, se pueden salvar vidas. Y pasó en Trelew. Jorge Antelaf es testigo de Jehová y en su religión están prohibidas las transfusiones de sangre. Pero la tecnología más avanzada terminó superando los principios bíblicos. Es que esa persona pudo operarse del corazón sin recibir dadores y gracias a una pequeña válvula disfruta con su familia de los placeres cotidianos.
Antelaf entró al quirófano el 27 de febrero. Un equipo de especialistas, formado en la Fundación Favaloro, lo recibió. Y durante 5 horas el practicante estuvo en las manos de los profesionales, aunque con la fe puesta en Dios. Su familia siguió segundo a segundo la operación y cuando alrededor de las 15.15 uno de los cardiólogos se acercó a ellos y le dijo, “la operación fue un éxito, el paciente está bien”, se fundieron en un abrazo.
Es la primera vez que sea realiza esta práctica de corazón abierto sin dadores en Trelew y en un paciente que ya fue operado hace 20 años de lo mismo. Según describió Marcelo Nahin, médico que operó a Antelaf, “fue una operación riesgosa porque esta persona ya fue operada de lo mismo hace 20 años, o sea, se trató de una reoperación”, que implica un doble compromiso. El lugar de emociones fue el centro de cardiovascular “Pueblo de Luis”.
“Este caso es una reoperación cardíaca, o sea, no es una cirugía cardíaca de primera vez. Es un hombre que se operó exactamente hace 20 años en el sanatorio Güemes de la Ciudad de Buenos Aires. Aquella vez se le puso una válvula cardíaca mecánica. Esa válvula le duró 20 años”, por eso “hubo necesidad de cambiarla” ya que “empezó a fallar”, explicó Nahin sobre la práctica. En esta línea agregó: “Él tenía una válvula mecánica monodisco, que se dejó de usar, pero hace 20 años era la que estaba en el mercado. La que se puso ahora es bi-disco, porque tiene dos discos, son dos las puertitas que abren” y permiten el flujo de sangre.
“Las reoperaciones cardíacas tienen mayor complejidad, mayor grado de complicaciones y sangrado que aquellas que se hacen por primera vez. En este caso se dio la particularidad que hicimos la reoperación en un paciente que no puede recibir transfusiones de sangre porque es testigo de Jehová”, explicó el profesional.
Y consideró que se trata “del primer testigo de Jehová que operamos en Trelew respecto a cirugía cardíaca. Creemos que es también en la Patagonia”. En este marco, el médico comparó que cuando se trabaja en “un paciente sometido a cirugía por primera vez, pedimos de entre 10 a 12 dadores de sangre. Acá no sólo fue de segunda vez y que sangra muchísimo, sino que los dadores fueron cero”.
Con Antelaf, explicó Nahin, “se trajo un recuperador celular, save cell, que sería como guarda de las células que es un aparato que recupera algunos glóbulos rojos del campo quirúrgico y eso se puede volver a transfundir. Se vuelve a utilizar la sangre del paciente”, clarificó.
El método
Más allá de que no hubo transfusión de sangre, todo el éxito pasa por el cambio de métodos. Se reemplazaron válvulas. “La válvula monodisco que sacamos produce mucho torbellino en la sangre porque tiene un sólo disco. Y produce el crecimiento del tejido Pannus que fue el que la obstruyó. Las válvulas biliflet, al tener mayor apertura, tienen mejor performance hemodinámica y no genera ese crecimiento del tejido”, detalló el profesional.
“La reoperación cardíaca –comentó el médico- tiene mucho mayor riesgo porque después de la primera cirugía el corazón se pega al hueso, y en la segunda hay que abrir el hueso nuevamente con una cierra especial. En la primera cirugía se usa una cierra de corte directo donde en 10 segundo el hueso se abre. Para esta cirugía, como el corazón está pegado a la cara posterior del hueso esternón, se usa una cierra oscilante, que es muy parecida a las que se usan para retirar yesos; pero para que pase esta cierra se tarda más o menos entre 30 o 40 minutos. Supongamos, si la cierra toca el corazón que está pegado debajo del hueso, se termina la cirugía. Por eso hay que ser delicado y detallista”.
En cuanto al proceso de recuperación, “las primeras 48 horas son críticas y un alta estándar en la cirugía cardíaca es a los 7 días”, precisó el médico. La operación cuesta aproximadamente 35 mil pesos “sin contar el recuperador de sangre”, comentó Nahin. que tiene un valor aparte.#

FUENTE: http://www.diariojornada.com.ar

HIMMLER, LA SONRISA CINICA DEL HORROR NAZI

Buenos Aires, 24 de febrero (Télam, por Alberto Galeano).- Cuando fue detenido por las tropas británicas, el jerarca nazi Heinrich Himmler ya no tenía aquella media sonrisa sarcástica con la que se había convertido en uno de los principales responsables del Holocausto.
Dos días más tarde, el 23 de mayo de 1945, el jefe de la Gestapo (policía secreta) se puso en la boca una cápsula de cianuro antes de ser revisado por un doctor británico, quien notó un objeto extraño en sus molares pero no pudo evitar su muerte.
La fotografía posterior a su suicidio salió a la luz ahora en Londres y será subastada el próximo 29 de marzo en Bristol, Inglaterra, por la casa Dreweatt.
Himmler se había afeitado el bigote, puesto un parche en uno de sus ojos y presentado documentos falsos que no le sirvieron de nada para ocultar su verdadera identidad y huir de las fuerzas aliadas que habían ocupado Berlín.
Pero, a pesar de sus artimañas, los británicos se dieron cuenta de que estaban en presencia del jefe de las poderosas SS, el cuerpo de elite que había jurado fidelidad a Adolfo Hitler, en momentos que se vivían los últimos días de la Segunda Guerra Mundial.
La foto, tomada por el cabo Guy Adderley, muestra a un hombre calvo, con los anteojos colocados y las manos sobre el abdomen, luego de ser capturado cerca de Bremen.
El director para América latina del Centro Wiesenthal, Sergio Widder, dijo a Télam que Himmler como comandante de las SS estaba a cargo de la liquidación de los judíos, así como de controlar todos los campos de concentración del nazismo (Auschwitz, Mauthausen, Majdanek, Treblinka, entre otros)”.
“Era un nazi muy convencido. Se encargó de investigar el frustrado atentado a Hitler, perpetrado por el conde Claus von Stauffenberg. Su suicido tuvo que ver con la caída del Reich. Los jerarcas nazis sabían que el mundo les iba a reclamar por lo que habían hecho”, dijo Widder.
Nacido el 7 de octubre de 1900 en Múnich, Himmler fue una de las personas más comprometidas con la política genocida nazi, ya que desde el principio fue un hombre muy cercano a Hitler.
En 1929, fue nombrado Reichführer des Schutz-Staffel (SS), la elite de guardaespaldas de Hitler, con el fin de expandir la acción de esa organización que pasó de tener 300 miembros a unos 50.000 en sólo tres años.
En 1934, Himmler es designado jefe de la Gestapo, con la cual planea la “Noche de los cuchillos largos” en la que son asesinados los principales líderes de la SA (una organización auxiliar del Partido Nacionalsocialista), lo que da mayor poder a las SS que se hacen cargo de la seguridad, inteligencia y espionaje nazi.
“Era el jefe de las organizaciones más sanguinarias de las SS, un grupo integrado por gente de raza aria que tenía la obligación de prestar juramento de lealtad a Hitler hasta dar la vida por él”, dijo a Télam el historiador Abraham Zilberman, asesor del Museo del Holocausto de Buenos Aires.
“Himmler tuvo una de las responsabilidades mayores de extermino de poblaciones enteras, formadas por judíos, testigos de Jehová, gitanos, sacerdotes católicos; todo aquel que no gustaba a los nazis caía en poder de esta gente y era deportado hacia los campos de exterminio supervisados por la SS”, señaló.
También Zilberman recordó que «era una organización que hacía excelentes negocios con empresas alemanas, tales como Siemens, Bayer, que utilizaban a los prisioneros como manos de obra o como conejillos de indias para sus experimentos médicos».
“Todo lo manejaba Himmler”, agregó.
A fines de 1944 y principio de 1945, Himmler trató de negociar la rendición alemana con las fuerzas aliadas, por lo que fue acusado de “traidor” por Hitler en los días previos a la caída de Berlín.
“El jefe de la Gestapo fue capturado y se suicidó. No hizo frente a los compromisos que había asumido como nazi, jurando lealtad”, señaló Zilberman.
En cuanto a la personalidad de Himmler, el historiador señaló que era una persona común, con una vida familiar que participaba de la sociedad nazi.
“Es muy poco lo que se sabe de su vida privada: era granjero, criaba gallinas antes de incorporarse al nazismo, y tenía título de veterinario. Era un personaje que estaba en primera fila. No hay demasiados documentos que lleven su firma. Se lo conocía más por su título -jefe de las SS- que por su nombre”, señaló.
Himmler era un hombre fuerte con una mente fría y analítica, metódico y exacto en sus trabajos, según escribió en 1939 el historiador Philip St.C. Walton-Kerr.
“En apariencia es oscuro, con una cara y unos ojos sin expresión, una media sonrisa cínica -del tipo que merece la palabra sardónico-. No entra en acción hasta que ha examinado y decidido sobre su programa hasta el último detalle…”, afirma.
El hombre que coordinó la matanza de unos seis millones de judíos, así como de entre 200.000 y 500.000 gitanos, homosexuales, testigos de Jehová y comunistas, fue enterrado en una tumba sin nombre cercana a un bosque de Lüneburg, en Alemania. (Télam).-

FUENTE: http://www.elcomercial.com.ar

Negarse a una transfusión de sangre es legal en Argentina

Tras la polémica por la muerte del Testigo de Jehová que se negó a recibir una transfusión de sangre, se abrió el debate en torno a los derechos a elegir de cada persona. La ley nacional para el paciente sancionada en 2009, reconoce la “autonomía de la voluntad” de los ciudadanos para “aceptar o rechazar determinadas terapias». Los alcances de esa norma

La transfusión de sangre, una práctica resistida por los Testigos de Jehová



La transfusión de sangre, una práctica resistida por los Testigos de Jehová
El episodio protagonizado por el paciente testigo de Jehová que murió en el Heca tras un accidente de tránsito, sin recibir la transfusión de sangre que indicaban los médicos, reavivó la polémica en torno a los derechos de los pacientes y los deberes de los profesionales. El hombre había dejado una directiva anticipada para no ser transfundido y los médicos actuaron de acuerdo a la ley vigente. Decidir sobre la propia salud es un derecho de todos los pacientes y si bien antes de 2009, cada vez que se presentaba un caso controversial entre médicos y pacientes, era la Justicia la que decidía, en la actualidad la situación es distinta.
El 30 de diciembre de 2009 fue publicada en el Boletín Oficial la Ley Nacional Nº 26.529 sobre los derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de la salud. En la misma se enumeran las facultades que tiene el paciente de decidir sobre su cuerpo y sobre su salud y están tipificadas como derecho a la asistencia médica, al trato digno y respetuoso, a la intimidad, a la confidencialidad, a la información sanitaria, a la interconsulta médica y a la autonomía de la voluntad.
“Este último punto en especial introdujo un cambio significativo en la legislación anterior –señaló a Rosario3.com, la abogada Graciela Lucanti, asesora jurídica de la Municipalidad de Rosario– porque se reconoce el derecho del paciente «a aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa», de modo que una persona en pleno estado de conciencia y uso de sus facultades mentales, puede dejar una directiva anticipada para que los médicos, frente a la eventualidad de esa situación, actúen de acuerdo a ese pedido, como ocurrió en el caso del paciente testigo de Jehová”, explicó.
“La finalidad de la ley, además del respeto por los derechos de los pacientes, es la de evitar que deba intervenir la Justicia cada vez que se presente un caso que pueda suscitar controversia con el paciente o con sus familiares”, dijo Lucanti, y agregó que “la ley también establece que el paciente puede «revocar posteriormente su manifestación de la voluntad», aunque sólo él puede hacerlo”.
Esta última aclaración arroja luz sobre el caso del paciente testigo de Jehová, cuya esposa presentó esta semana, ante las autoridades del Heca un documento firmado por él con anterioridad al accidente de tránsito, en el que se expresaba con claridad que se negaba a recibir transfusiones de sangre.
Ante la actitud de la mujer –cuando el paciente aún se debatía entre la vida y la muerte– una hermana de la víctima también presentó en Tribunales un recurso de amparo para que se ordene la transfusión que los médicos indicaban como necesaria, “pero cuando la orden judicial llegó, ya era tarde porque él había fallecido”, dijo la familia que intentó por todos los medios modificar lo que el joven había dejado por escrito.
“Lo que sucede es que estas cuestiones, a partir de la nueva ley, no son judicializables porque ya están legisladas y es poco probable que un juez emita una orden que vaya en contra de la ley vigente”, sostuvo Lucanti.
Asimismo, las “directivas anticipadas” del paciente que contempla la ley, tienen una limitación. “Los pedidos del paciente deben ser aceptados por el médico a cargo, salvo los que impliquen desarrollar prácticas eutanásicas, dado que la eutanasia no es legal en Argentina”, precisó la profesional.
Los resguardos del equipo médico
Hay una serie de trámites que los profesionales de la salud deben cumplir a fin de no ser pasibles de acusaciones posteriores sobre presunta mala praxis, máxime cuando se presentan casos controversiales.
La ley establece que es necesario que el médico cuente con el consentimiento informado del paciente antes de proceder a realizar una práctica.

Esto implica que se debe informar al paciente o a su representante legal acerca de “su estado de salud, el procedimiento propuesto, con especificación, los objetivos perseguidos, los beneficios esperados, los riesgos, molestias y efectos adversos previsibles, la especificación de los procedimientos alternativos y sus riesgos, beneficios y perjuicios en relación con el procedimiento propuesto, y las consecuencias previsibles de la no realización del procedimiento propuesto o de los alternativos especificados”.
Una vez informado, “la decisión del paciente o de su representante legal, en cuanto a consentir o rechazar los tratamientos indicados, puede ser revocada”, dice la ley. En ese caso, “el profesional actuante debe acatar tal decisión, y dejar expresa constancia de ello en la historia clínica.
Otros casos que llegaron a la Justicia
Antes de la sanción de la ordenanza municipal sobre Procreación Responsable, que antecedió a la ley de sancionada por la legislatura santafesina sobre el mismo tema, cada vez que un efector de salud recibía un pedido de ligadura de trompas por parte de una paciente, la Justicia debía intervenir y el caso tomaba estado público.
“En aquellas situaciones –las más frecuentes en materia de judicialización de temas relacionados con la salud– cuando todavía no había normal legal que avalara esa práctica, la paciente acudía a la Justicia que evaluaba las razones de salud que la justificaban. Recién entonces, con la autorización judicial, los médicos podían realizar esa intervención”, explicó la funcionaria.

FUENTE: http://www.rosario3.com

Filtra el chisme

¿Sabes lo que escuche acerca de tu amigo?”,

Espera un minuto,
Antes de que me hables sobre mi amigo,
puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir,

El primer filtro es la VERDAD,
¿Estás completamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?

“No –-, realmente solo escuche sobre eso y…”
“Bien entonces realmente no sabes si es cierto o no.

Ahora permíteme aplicar el segundo filtro,el filtro de la BONDAD.
¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?

“No, todo lo contrario”,
Entonces deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.

Pero podría querer escucharlo porque queda el tercer filtro de la UTILIDAD.
¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?

“No, la verdad es que no”
“Bien si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno y no me es útil,
¿para que querría yo saberlo?”

Dicen que el chisme es como un pez fuera del agua, que salta y revolotea sin parar durante un tiempo pero invariablemente al final muere por si solo. (Santiago 3:6)

Holocausto: contar la historia para que no se vuelva a repetir.

Holocausto: contar la historia para que no se vuelva a repetir.

Cuando era pequeña al lado de la casa de mi abuela vivía un señor alto con unos ojos azules como el mar profundo. Siempre estaba solo y por las tardes se sentaba en el portal a mirar como languidecía el día. Su nombre Isaac.

Isaac fue uno de los sobrevivientes del campo de concentración de Auschwitz, que un buen día llegó a esta isla y se quedó. Yo conocí, por la historia universal, los horrores que cometieron los nazis en los pueblos europeos; pero nada comparado con la historia que me contaba este hombre.
En su brazo tenía tatuado una serie de números que era como lo identificaban a él, y nunca quiso quitárselos pues formaba parte de su vida, decía también aquel buen hombre que “No todas las víctimas eran judíos, pero todos los judíos si fueron víctimas”
Antes y durante la II Guerra Mundial (1940-1945), el gobierno de Hitler (Alemania y países ocupados) llevó a cabo una política progresiva de exterminio del pueblo judío y de otras etnias, comunidades religiosas y grupos minoritarios, como gitanos, Testigos de Jehová, homosexuales, personas con discapacidades, y comunistas.
Este genocidio en masa, llamado Holocausto, comenzó con políticas discriminatorias y de segregación en guetos de las ciudades y terminó con la deportación de miles de personas a campos de exterminio donde eran «eliminados». Se pretendió hacer desaparecer a una raza humana de la faz de la tierra.
El sufrimiento continuó durante años hasta que el 27 de enero de 1945 los ejércitos aliados liberaron los campos de exterminio.
Por esta razón las Naciones Unidas decidieron dedicar el 27 de enero a Conmemorar la Memoria de las Víctimas del Holocausto, con el fin de que el paso del tiempo no disminuya el horror de lo ocurrido y que nunca llegue a justificarse el que ocurriera algo así.
A medida que pasa el tiempo nos va alejando de los horrores por lo que pasaron millones de seres humanos en los campos de concentración nazi, pone un velo en la memoria y el recuerdo se convierte en historia.
Un niño nacido hoy nunca conocerá a un sobreviviente del Holocausto, o nunca escuchará de primera mano las innumerables historias de la tragedia. Y así, el pasar la antorcha del recuerdo, se convierten en una tarea difícil en estos tiempos.
Nuestro deber con el pasado es contar las historias de los sobrevivientes de este genocidio una por una, es nuestra mayor responsabilidad para con las nuevas generaciones.
El destino de seis millones de víctimas del Holocausto sigue siendo un doloroso recordatorio del genocidio; sin embargo, la tragedia tiene implicaciones de alcance universal, y nos otorga la responsabilidad de recordar al mundo todos los horrores pasados para impedir que se repitan. La humanidad debe actuar contra las fuerzas del antisemitismo, la intolerancia y el racismo en cualquiera de sus formas.
Algunas de las actitudes discriminatorias durante la II Guerra Mundial no son muy diferentes de muchas acciones que sucede a nuestro alrededor, la cárcel en la base ilegal de Guantánamo, el conflicto palestino- israelí, son solo algunos ejemplos por lo que se debe seguir luchando para que ¡Nunca más! Se repita otro Holocausto.
Como dijera Ban Ki-Moon, secretario general de las Naciones Unidas.. “El Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto es, por tanto, el día en que debemos reafirmar nuestra adhesión a los derechos humanos.”

Por Ana Maria Tejera Orihuela

FUENTE: http://www.tvavila.icrt.cu/

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