¿SE CONSIDERAN INFALIBLES LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ?

Tal vez no sea exagerado afirmar que la mayoría de las críticas contra los testigos de Jehová se basan en la suposición de que los Testigos o su Cuerpo Gobernante afirman ser infalibles o inspirados por el espíritu santo de Dios. Partiendo de esa base, los detractores se centran en rebuscar en publicaciones antiguas afirmaciones que hoy día se hayan rechazado para mostrar que nuestras publicaciones se contradicen o que no son infalibles.

Veamos una serie de citas de publicaciones, que abarcan un período de 122 años, desde 1879 hasta 2001, y que muestran claramente cuál es y cuál ha sido siempre la postura de los testigos de Jehová sobre este asunto. Después extraeremos algunas conclusiones de las mismas:

“No objetamos a cambiar nuestras opiniones sobre ningún asunto ni a descartar ninguna aplicación anterior sobre profecías o sobre cualquier otro texto cuando veamos buena razón para el cambio. De hecho, es importante que estemos dispuestos a desaprender errores y meras tradiciones para aprender la verdad. (…) Tenemos el deber de “probar todas las cosas” con la infalible Palabra de Dios, y “aferrarnos a lo que es bueno.” ( Traducido de la Zion’s Watch Tower [La Atalaya], octubre de 1879 pág. 38.)

“Ni deseamos que se reverencien nuestros escritos ni que se les considere infalibles o al mismo nivel de las Santas Escrituras. Lo máximo que afirmamos y que hemos afirmado nunca es que creemos que son interpretaciones que armonizan con la Palabra divina, en armonía con el espíritu de la verdad. Y seguimos animando, como en el pasado, a que cada lector estudie los temas que presentamos a la luz de la Biblia, probando todas las cosas con la Biblia, aceptando lo que considere así aprobado y rechazando todo lo demás.” ( Traducido de la Zion’s Watch Tower, 15 de diciembre de 1896 pág. 306.)

“No es nuestra intención asumir el papel de profeta en ningún grado, sino simplemente dar a continuación lo que nos parece probable que sea la secuencia de acontecimientos, dando también las razones para nuestras expectativas.” (Traducido de la Zion’s Watch Tower, 1 de marzo de 1904.)

“Alguien podría preguntar: ‘¿Afirma entonces usted tener infalibilidad y que toda oración que aparece en las publicaciones de la “Watch Tower” es absolutamente correcta?’ Desde luego, no hacemos tal afirmación ni la hemos hecho nunca. ¿Qué motivo pueden tener nuestros opositores para lanzarnos esa acusación? ¿Acaso no están tratando de establecer una falsedad que les dé una excusa para atacar y tratar de pervertir el juicio de otros?” (Traducido de la Watch Tower, 15 de septiembre de 1909.)

“Invitamos al lector, por lo tanto, a examinar cada punto cuidadosamente, a comparar el argumento con los textos citados, y a que lo considere a la luz de los sucesos del presente día, los cuales son discernibles a todo ojo; y también, a que sobre toda esta evidencia llegue a una con­clusión.” (Millones que ahora viven no morirán jamás, [1921] pág. 11.)

“La Biblia es la única fuente verdadera de conocimiento sobre la cual el hombre puede basar una esperanza para el futuro. (…) Nada, entonces, sino un enten­dimiento y apreciación de la Palabra de Dios puede guiar al hombre en el propio camino y hacerle ver las bendi­ciones que vendrán.” (Millones que ahora viven no morirán jamás, [1921] págs. 56, 57.)

“Muchos estudiantes han caído en el serio error de pensar que Dios ha inspirado a algunos hombres para interpretar profecías. Es cierto que los santos profetas de la antigüedad fueron inspirados por Dios para escribir conforme eran movidos por su poder. También es cierto que los que escribieron el Nuevo Testamento fueron investidos de poder y autoridad para escribir bajo influencia divina. Sin embargo, desde los días de los apóstoles ningún hombre en la tierra ha sido inspirado para que escribiera profecías, ni se ha inspirado a nadie para que las interprete.” (Profecía [1929], págs. 67, 68.)

“Este derramamiento del espíritu de Dios sobre la carne de todos sus fieles testigos ungidos no significa que los que ahora sirven como testigos de Jehová sean inspirados. No significa que los escritos de esta revista La Atalaya sean inspirados e infalibles y sin errores. No significa que el presidente de la Sociedad Watch Tower sea inspirado ni infalible, aunque los enemigos nos acusen falsamente de creer tal cosa. Pero confesamos con la Biblia que los tiempos de tal inspiración pasaron mucho antes de 1870, tal como mostró el apóstol Pablo. (…) Hablar y escribir bajo inspiración es algo que terminó con el último de los doce apóstoles, por quienes se impartían los dones del espíritu. Pero Dios es aún capaz de enseñarnos y guiarnos. Aunque confesamos que no hay inspiración hoy para nadie sobre la Tierra, sí tenemos el privilegio de orarle a Dios para pedir más de su espíritu santo y de su guía a través de la provisión del espíritu santo mediante Jesucristo.” (Traducido de la edición en inglés de La Atalaya del 15 de mayo de 1947, págs. 157, 158, artículo “En qué modo es inspirada la Biblia”, subtítulo “Hoy no hay tal inspiración”.)

La Atalaya se fundamenta en el mismísimo pináculo de la sabiduría confiable: la Palabra de Dios, la Biblia (…) porque sus palabras se apoyan en la Palabra de Dios. (…) Sin embargo, La Atalaya no afirma ser inspirada en sus comentarios ni es dogmática. Invita a que se examinen sus contenidos de forma cuidadosa y crítica a la luz de las Escrituras. Su propósito es ayudar a conocer a Jehová y sus propósitos hacia la humanidad, y anunciar el Reino ya establecido de Cristo como nuestra única esperanza.” (Nombre y propósito de La Atalaya, traducido de la edición en inglés del número 15 de agosto de 1950, pág 262.)

“Si la Sociedad Watch Tower fuera infalible no habría necesidad de que corrigiera sus puntos de vista en el futuro; pero porque no es infalible y nunca ha pretendido serlo, de vez en cuando es necesario hacer correcciones. Si el espíritu de Jehová operara de la manera que lo hacía sobre los escritores de la Biblia, inspirándolos a escribir de acuerdo con los pensamientos de Jehová, entonces nunca sería necesario corregir cosas en el futuro. Pero debido a que el espíritu no opera de esta manera hoy en día, se hacen algunas correcciones de vez en cuando. (…) Jehová emplea esta organización porque es humilde y enseñable y no obstinada y encadenada en su modo de ver las cosas. (…) Mas bien que ser una piedra de tropiezo, la pronta disposición de la Sociedad para alterar sus puntos de vista cuando esto es necesario debe ser una fuente de consuelo y estímulo, una garantía de que habrá avance y aumento continuos de conocimiento, una luz cuyo brillo siempre irá aumentando al acercarnos más al día perfecto con su resplandor del mediodía. (…) Con la organización de Jehová las creencias pueden establecerse con la Biblia, y cuando algún punto de vista erróneo entra desadvertidamente pronto se le descubre y se descarta. (…) Cuando puede demostrarse según la Biblia que una idea sostenida en un tiempo no tiene suficiente apoyo bíblico y que el peso del testimonio bíblico respalda otro punto de vista, entonces se adepta el nuevo modo de ver las cosas y el entendimiento anterior se pone a un lado. (…) Esta organización está indagando y estudiando constantemente para hallar otros cimientos sólidos en las Escrituras para sus creencias y al aumentar la luz los cimientos de nuestras creencias se hacen mas y más fuertes.” (La Atalaya, 15 de marzo de 1955, págs. 189-191.)

“Puesto que hoy tenemos las Escrituras inspiradas completas, Dios ya no está dando más visiones o sueños inspirados. Sin embargo, hoy el pueblo de Jehová está viendo el cumplimiento de muchas de las visiones y sueños inspirados que los siervos de Dios tuvieron en tiempos antiguos, y hasta están participando en su cumplimiento. Están participando en el cumplimiento de la profecía que dice: “Sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán.” (Joel 2:28) Esto no quiere decir que éstos profetizan en el sentido de predecir acontecimientos bajo inspiración, sino más bien en el sentido de que están haciendo proclamación pública de los sueños y visiones inspirados que se registraron hace mucho tiempo.” (La Atalaya, 1 de agosto de 1971, pág. 479.)

“Es cierto que los hermanos que preparan estas publicaciones no son infalibles. Los escritos de ellos no son inspirados como lo son los de Pablo y otros escritores bíblicos. (2 Tim. 3:16) Y por eso, a veces, ha sido necesario, a medida que el entendimiento se ha hecho más claro, corregir algunos puntos de vista (Pro. 4:18).” (La Atalaya, 1 de julio de 1981, pág. 19.)

“Los misterios encerrados en el libro de Apocalipsis o Revelación han desconcertado por mucho tiempo a los estudiantes sinceros de la Biblia. Al debido tiempo de Dios se darían a conocer aquellos secretos, pero ¿cómo, cuándo, y a quiénes? Solo el espíritu de Dios podía dar a conocer el significado a medida que se acercara el tiempo señalado. (Revelación 1:3.) Aquellos secretos sagrados serían revelados a los esclavos celosos de Dios en la Tierra a fin de fortalecerlos para que dieran a conocer Sus juicios. (Compárese con Mateo 13:10, 11.) No afirmamos que las explicaciones que se dan en este libro sean infalibles. Como el José de la antigüedad, decimos: “¿No pertenecen a Dios las interpretaciones?”. (Génesis 40:8.) Sin embargo, al mismo tiempo creemos firmemente que las explicaciones que se dan aquí armonizan con toda la Biblia, y muestran lo notablemente que se ha cumplido la profecía divina en los sucesos mundiales de nuestros catastróficos tiempos.” (Apocalipsis, se acerca su magnífica culminación [1988], pág. 9.)

“En su día, Ezequiel habló las palabras que Jehová le inspiró directamente. En la actualidad hablamos lo que dice la Palabra inspirada de Jehová, la Biblia.” (La Atalaya, 1 de mayo de 1997, pág. 22, párr. 14.)

“Los que componen la actual organización cristiana no reciben revelaciones angélicas ni inspiración divina. Pero sí tienen las Santas Escrituras inspiradas, que contienen revelaciones del pensamiento y la voluntad de Dios. Como organización, e individualmente, aceptan la Biblia como la verdad divina, la estudian cuidadosamente y permiten que esta obre en ellos (1 Tes. 2:13).” (Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios [1993], pág. 707.)

“A veces se equivocan, pues no son perfectos ni infalibles, ni están inspirados por Dios. Sin embargo, tratan de aprender de las experiencias de la vida y estudian a conciencia la Biblia para efectuar los cambios necesarios. Se han dedicado a Dios para hacer Su voluntad, y procuran cumplir con esa dedicación. Buscan para todo la guía de la Palabra de Dios y de Su espíritu santo.” (Los testigos de Jehová: ¿quiénes son y qué creen? [2001], pág. 3).

En estas citas, así como en otras más que podrían haberse incluido, vemos que las publicaciones de los testigos de Jehová han sido coherentes a lo largo de los años en declarar sin ambages que no afirman tener inspiración divina ni infalibilidad. Los testigos de Jehová creemos y siempre hemos creído que la verdad absoluta solo la posee Jehová, y su Palabra refleja toda la verdad que Jehová nos ha revelado (Juan 17:17).

Si creemos contar (como cualquier otra religión) con el respaldo de Dios y de su espíritu, es porque tratamos de apegarnos a la Palabra de Dios, inspirada por su espíritu santo, no porque nosotros mismos tengamos revelaciones divinas (la cita de La Atalaya de 1971 no contradice esto, pues como puede comprobar el lector, se especifica que la palabra “profeta” solo podría aplicarse a los cristianos modernos en el sentido restringido de alguien que transmite públicamente un mensaje de Dios, en este caso de la Biblia).

Casi 100 años después, siguen siendo pertinentes las palabras citadas de Russell: “¿Qué motivo pueden tener nuestros opositores para lanzarnos esa acusación? ¿Acaso no están tratando de establecer una falsedad que les dé una excusa para atacar y tratar de pervertir el juicio de otros?”. Efectivamente, tras establecer como base el argumento falso de que los testigos de Jehová se creen infalibles, muchos detractores empiezan a entresacar algunos comentarios de publicaciones antiguas que expresen puntos de vista que hoy se dan por superados, para que la persona llegue a la conclusión de que hay engaño entre los Testigos. Pero en este caso es el propio detractor quien está tratando de engañar, como aquí se ha mostrado. Lo único que demuestran esas citas de publicaciones antiguas es que la investigación de la Biblia ha progresado y se ha profundizado. Cualquiera puede examinar los diferentes entendimientos y compararlos con la Biblia para comprobar cuál se apega más a la Palabra de Dios.

Solo la Palabra de Jehová es la verdad absoluta, como dijo Cristo Jesús, y los testigos de Jehová nos esforzamos por estudiar la Biblia de una forma sincera, sin prejuicios, sin estar atados a credos ni tradiciones eclesiásticas y dispuestos a cambiar nuestro punto de vista si se demuestra que era equivocado. No solo la estudiamos sino que la llevamos a la práctica incluso predicando las buenas nuevas del Reino de Dios en toda la tierra habitada. 

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